El Museo del Prado (Madrid) acoge una exposición dedicada al pintor Juan Fernández, conocido como el Labrador (activo en Madrid en la primera mitad del siglo XVII), que permite contemplar, por primera vez, casi toda la producción conocida de este pionero en la historia del bodegón en España, 11 de sus 13 obras catalogadas.

El Labrador alcanzó una gran fama como pintor de naturalezas muertas que traspasó las fronteras hispanas. Sus obras, realizadas entre 1630 y 1636, llegaron a las colecciones reales inglesas y fueron aclamadas por algunos de los coleccionistas más importantes de la época. Su personalidad era además muy peculiar, vivía en el campo y no se acercaba a la ciudad más que para vender sus cuadros, actitud muy relacionada con su decisión e insistencia en ser conocido como ‘El Labrador’.

En esta exposición, las cinco obras del artista que posee el Prado, Florero –adquirido en 1946 a un coleccionista privado y que posiblemente en el siglo XVII formó parte de las colecciones reales– y cuatro obras que ingresaron en 2006 con la Colección Naseiro, se presentan junto a gran parte de su obra conocida, procedente en su mayor parte de coleccionistas privados internacionales, aunque dos de ellas proceden del Museo Cerralbo de Madrid, para contribuir a la mejor difusión y conocimiento de la extraordinaria producción de este misterioso y exquisito pintor.