La obra de Padrón evoluciona en un marco de comunidad en el que debe ser posible un espacio de profunda experiencia individual. Esta nueva serie de trabajos no abandona las zonas medulares de su indagación, ese espacio existencial donde el concepto de lugar constituye la raíz de su poética. El artista materializa cosas que son lugares del espíritu, y lo hace no sólo porque sí, sino para decir al visitante dónde está.

Por cuarta vez, el autor expone en la galería lagunera. Padrón es una de las figuras más inquietas y destacadas del panorama pictórico insular, con una veintena de exposiciones individuales en su haber, muchas de ellas en galerías como las de Rafael Ortiz, Milagros Delicado, Carmen de la Calle, Masha Prieto, etc., así como numerosas colectivas dentro y fuera de las islas. Su obra figura también en varias colecciones públicas y privadas.