La ópera se estrenó en enero de 1790 en el Burgtheater de Viena y no fue hasta ciento cuarenta años después que llegó al Liceu, aunque ya se pudo ver en el Teatre de la Santa Creu en 1798. La última función liceísta tuvo lugar el 30 de enero de 2004 con las direcciones de Bertrand de Billy (musical) y Josep Maria Flotats (escénica).

Juego y sentimientos

Così fan tutte es una obra con una aguda visión social de la época que aborda de una forma directa la lucha de sexos y específicamente la infidelidad femenina. Mozart plasmó en esta ópera un juego inmoral sobre los sentimientos y emociones de los protagonistas: las hermanas Fiordiligi –Juliane Banse y Maite Alberola–, y Dorabella –Maite Beaumont y Gemma Coma Alabert–; y sus respectivos prometidos Guglielmo –Joan Martín-Royo y Borja Quiza–, y Ferrando –Joel Prieto y David Alegret. Sin olvidarnos del maquiavélico Don Alfonso –Pietro Spagnoli y William Berger–, que enreda la trama con una apuesta irreverente, y su aliada Despina –Sabina Puértolas y Anna Tobella–, criada de las dos hermanas.

Bajo la etiqueta de dramma giocoso, Michieletto presenta una puesta en escena actual y majestuosa, un vestuario atrevido y una escenografía que destaca por su movimiento giratorio que traslada al espectador a varias estancias de un hotel donde se producen todos los enredos posibles. Le nozze di Figaro y Don Giovanni son las dos óperas que también cuentan con el talento de Mozart y Da Ponte, una trilogía que el genio vienés inició en 1786 y que concluyó con Così.