El objetivo es desarrollar nuevos proyectos en torno a las artes visuales y plásticas, fomentar la participación ciudadana, apoyar a jóvenes artistas e investigar nuevos formatos para la presentación y difusión artística. El título de la iniciativa hace alusión al mensaje generado automáticamente por el ordenador cuando no reconoce el formato de una imagen y pretende que el público sea partícipe de acciones artísticas en lugares y formatos inesperados.

Para estos jóvenes artistas, la imagen digital es el punto de partida de muchos de sus proyectos. No obstante, durante el proceso de creación, esta imagen se ve manipulada hasta perder su apariencia inicial o desaparecer por completo para transformarse en poema, pintura, relato o performance. La imagen, así, se presenta camuflada y deja de estar disponible.

Espacios públicos

Comisariado por Emilia García-Romeu y Selina Blasco, el proyecto gira en torno a la presencia latinoamericana en Madrid, al igual que la programación de PHE15. Más que generar objetos o imágenes, Imagen no disponible pretende ser una serie de actividades o eventos en espacios públicos y no tradicionalmente expositivos, como calles y plazas de la ciudad, locales de toda naturaleza, canales digitales y redes sociales. Entre ellos se encuentra Metro de Madrid, donde podrán verse diferentes carteles y un vídeo, y los propios estudios de los participantes.

Los estudios participantes son Mendoza (Mar Cubero, Sergio D. Loeda, Ana de Fontecha, Miguel Marina y Nina Paszkowski), cuyas disciplinas prioritarias son la pintura y la escultura; Los Hijos (Javier Fernández Vázquez, Luis López Carrasco y Natalia Marín Sancho), dedicado al cine de no-ficción, al videoarte y a la etnografía experimental; Peña Difunta de Francia (Andrea Lusquiños, Marta Muñoz, Alberto Jonás Murias, Pablo Santacana y Paula Kendall), que realiza proyectos interdisciplinares donde conjuga música, poesía, fotografía y diseño gráfico; y PlayDramaturgia (Javier Cruz y Fernando Gandasegui), centrado en la práctica escénica.