La muestra incluye pinturas realizadas a la intemperie, en lugares públicos, en el irónicamente llamado Happy Land, un gran vertedero de basura en Manila, y reúne muchas de las características propias de sus trabajos: el rendimiento, la participación del público, el uso de partes del cuerpo para pintar; técnicas surgidas durante su tiempo en prisión y que reflejan, una vez más, su trabajo en la cárcel, donde el uso de material de contrabando y las partes del cuerpo que sustituían al pincel eran sus mayores herramientas.

Happy Land recoge tres vídeos que son los primeros registros de su peculiar labor. El visitante va a apreciar en ellos sus habilidades como artista multidisciplinar y performer en constante sintonía con la audiencia. Estas obras reflejan la espiritualidad profunda que invade al artista tanto en el proceso de creación como en su resultado final.


Sobre Htein Lin

Htein Lin (Birmania, 1966) estudió Derecho en la universidad, realizó Anyeint (Teatro Popular Birmano) y lideró las protestas estudiantiles de 1988 en favor de la democracia. Antes de su encarcelamiento en 1998 fue pionero del arte de la performance en Birmania. Durante los seis años que estuvo en prisión desarrolló técnicas de impresión y pintura que le permitieron crear secretamente cientos de obras en los uniformes, usando materiales de contrabando y objetos que tenía en su celda, como platos o encendedores. Tras su liberación siguió pintando y utilizando las técnicas concebidas en la cárcel.

Su obra se basa en sus extraordinarias experiencias vitales, los acontecimientos políticos en Birmania y su profunda fe budista. Actualmente vive en Reino Unido.