Esta es la primera exposición de Albers en la Galería, y en ella se reúnen 19 obras de su extensa e interesantísima obra gráfica: grabados al linóleo, litografías, serigrafías y xilografías muy representativas de su obra fechadas entre 1934 y 1971.

Algunas de estas obras se pudieron ver en la exposición que le dedicó la Fundación March en Palma de Mallorca y en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca en 2014, al tiempo que la Fundación March de Madrid presentó una documentada y amplia exposición retrospectiva, que tituló Medios mínimos, efectos máximos que ha sido la más importante que se le ha dedicado en nuestro país.

Vida artística plena

Albers es muy conocido por su investigación en el campo del color y de la forma. Su método de enseñanza se basó en la experimentación antes que en los contenidos académicos: su principal reivindicación era llegar a alcanzar a través de singulares planes de estudios la experimentación de una vida artística plena, por ello la importancia de educar a los alumnos en una visión artística de la vida, más allá de un conocimiento exhaustivo de la historia del arte.

El artista es muy conocido por sus óleos en las series Homenaje al cuadrado (1950-1976), que recibieron muchas alabanzas pero también las críticas de los que no compartían su personal forma de concebir el arte, siendo a veces sus detractores personajes conocidos, que en muchos casos, años después, se retractaron y reconocieron la innovación de sus procesos creativos como una gran aportación, tanto en su obra como en sus enseñanzas.

Josef Albers cultivó un estilo geométrico que fue el soporte idóneo para investigar acerca del espacio y el color, realizó infinitas series combinatorias para lo que redujo al mínimo los elementos formales y materiales. Arte abstracto muy en consonancia del «menos es más» de su colega en la Bauhaus, Mies van der Robe. Escribió numerosos ensayos y es indispensable para comprender su obra su libro Interacción del color.

Artista clave del siglo XX

Josef Albers, es uno de los artistas fundamentales del siglo XX. Estudió en Büren y más tarde en Berlín en la Royal Art School donde se graduó como profesor de Arte. Allí frecuentó museos y galerías y realizó sus primeras pinturas de bodegones y sus primeros grabados al linóleo en 1915, así como sus primeras litografias en 1916. Formó parte de la Bauhaus en la década de los 20, donde conoció a la que sería su esposa, Anni, artista textil, con la que se casó en 1925.

Ante la amenaza nazi, Albers es invitado a crear un departamento de arte en el Black Mountain College, en Carolina del Norte, donde se trasladó, junto a Anni, en 1933 y donde permaneció 16 años, hasta que en la década de los 50 pasó a la Universidad de Yale como jefe del Departamento de Diseño hasta su jubilación, y permaneció como profesor emérito hasta su fallecimiento.