Man Jayen nace tras la invitación que el Archive of the Modern Conflic (AMC) –una organización y editorial con sede en Londres, Toronto y Pekín– hizo a Cristina de Middel para desarrollar un proyecto relacionado con su archivo, una colección privada compuesta de imágenes singulares jamás publicadas, que se sitúan en el ‘extrarradio’ de la fotografía. La historia del fracaso de una expedición que quería llegar y “redescubrir” científicamente la isla Jan Mayen, situada entre Groenlandia e Islandia, en 1911, y cuyos miembros, a pesar de no lograr este objetivo, deciden inmortalizar un falso desembarco en una isla islandesa, despertó el interés de Cristina de Middel.

La artista recibió un baúl con el material de la comisión científica (fotografías, facturas y el diario del capitán, entre otras cosas) y con una cámara Super 8 comenzó la grabación que nunca se encontró entre las pertenencias de los miembros de la expedición. “Era un reto intentar completar y construir esta historia para encontrar el verdadero valor de la fotografía”, explica.

En Man Jayen, la artista satiriza el despropósito de la expedición a través del vídeo y de unas fotografías tomadas en la isla Skye, Escocia, muy similar a Jan Mayen, siguiendo la puesta en escena descrita detalladamente en el diario del capitán. “Mezclo la documentación original con la nueva que he creado para contar mi versión de los hechos y dar pie a la reflexión sobre quién escribe la historia y con qué lenguaje. Con esto quiero prevenir al público de tener cuidado con las versiones oficiales”. Ésta es, precisamente, una de sus metas, despertar el debate sobre las representaciones de la verdad a través de sus imágenes. Su fotografía carece de reglas y pretende que el visitante reflexione y se plantee los límites que existen entre la realidad y la ficción.

La muestra está compuesta por una instalación articulada mediante el despliegue en pared de una serie de imágenes en papel impreso BlueBack de 1,50 metros de alto, sobre el que, al mismo tiempo, se disponen 31 fotografías enmarcadas, realizadas mediante impresión digital sobre papel de algodón. “Quería que el proyecto fuera en color pero de 1911, algo totalmente imposible ya que entonces no existía la fotografía en color, así que mezclé los dos archivos con un tratamiento igual de envejecimiento. Realicé copias analógicas de los archivos que quería destacar. Son los que están enmarcados y pintados con tinta que se usaba en la China en los años 30”. Dos vitrinas incluyen objetos originales de la expedición, como un diario con correspondencia personal, y otras piezas creadas por Cristina de Middel, como la bandera de la expedición.

En cuanto a la publicación de 102 páginas, De Middel destaca que el formato del fotolibro es la «plataforma perfecta para mis fotografías. Me ayuda a secuenciar y ordenar la historia que quiero transmitir al público. En este caso, la exposición supone dar un paso más. La traducción del libro a pared es muy importante”.

Desencantada

La artista alicantina trabajó durante casi 10 años como fotoperiodista para prensa española, así como para distintas ONG. Desencantada con este oficio, que según ella misma afirma “no refleja una verdad en bruto” y provoca la conformación de la opinión pública a través de los medios de comunicación, De Middel pasa a desarrollar proyectos más personales. “Empecé a jugar con la fotografía invirtiendo la lógica de las cosas para meterme de lleno en esa zona gris que limita la verdad con la ficción. Este campo es lo que realmente me divierte”, confiesa.

La serie fotográfica Los Afronautas, que realizó en 2013, fue todo un fenómeno como publicación fotográfica, que sedujo incluso a Martin Parr, fotógrafo británico de la Agencia Magnum y gran gurú del fotolibro. Esta auto-publicación sobre el programa espacial de Zambia sigue una representación ficticia de hechos reales en la que aborda temas de la era espacial y la estética del arte popular para criticar la estigmatización de África que hacen los medios de comunicación occidentales. “Se trataba de enseñar cómo en Europa se consume África y los estereotipos que nos llegan aquí”. Este trabajo fue galardonado con el Infinity Award del Centro Internacional de Fotografía a la mejor publicación de 2013.