Desde hace seis años, Conexiones apoya el dibujo contemporáneo dando la oportunidad a destacados creadores de desarrollar un trabajo inédito: idear una exposición partiendo de piezas de las colecciones de ambas instituciones.

Lazkoz ha seleccionado de la Colección Banco Santander la pintura de Miró titulada Personnage (1973). Este lienzo es característico de la última etapa de su trayectoria, por el protagonismo del negro con la considerable reducción de espacio para el resto de la gama, y cuenta con los elementos propios del universo mironiano: el análisis de la realidad a través de un personalísimo lenguaje de signos, el uso de las formas biomórficas y la utilización de tintas planas brillantes en fuertes contrastes.

Por otro lado, la artista ha seleccionado nueve greguerías de Gómez de la Serna, de las 314 que conserva la Colección ABC. En ellas, los dibujos no son simples motivos decorativos sino que resultan el complemento necesario para entender la ironía que se esconde tras sus palabras. El trazo siempre simple, espontáneo, ayuda a crear metáforas líricas, aforismos alucinados donde el humor es, cómo no, un ingrediente fundamental.

Mirada ingenua

Las obras de ambos creadores han sido el punto de partida para que Lazkoz desarrolle una serie de ocho dibujos de mirada ingenua, fresca, inesperada, alegre e infantil. A primera vista es la figura del círculo la que une el trabajo de los tres, pero como señala el comisario de la exposición, Óscar Alonso Molina, «la línea de conexión más inmediata nos la ofrecen las propias formas de Miró y Abigail: elementos gráficos esquemáticos, formas sintéticas y achatadas, predominio de la mancha y el signo, utilización de tintas planas y la hegemonía del negro. Entre estas formas destaca el círculo, que organiza la tela mironiana, el ojo de su personaje, así como muchas de las portadas de las primeras ediciones de los libros de Ramón Gómez de la Serna».

Los trabajos de gran formato de Abigail Lazkoz juegan o se relacionan con elementos, a primera vista inconexos, jarras de cerámica popular o bolas de cemento, hasta que, en una segunda mirada, se ve la exposición como una obra única y completa. Resuelto en radical blanco y negro, «las formas netas pero fragmentadas y yuxtapuestas de sus dibujos parecen provenir de la síntesis de la obra gráfica y la cartelería de una época, el paso de la década de los 50 a los 60, en que el arte conjugó las derivas complejas del constructivismo y la abstracción con las inquietudes del existencialismo», explica el comisario.

Dibujo expandido

Desde sus comienzos, el dibujo ha sido la espina dorsal del trabajo de Abigail Lazkoz (Bilbao, 1972). En sus orígenes éste recordaba a los registros del cómic y de la ilustración. La referencia a la viñeta era clave, el planteamiento de la escena remitía a los personajes y escenarios del cartoon o el tebeo y utilizaba un soporte de papel convencional. Pero la artista pronto experimentaría con las posibilidades de desplegar este repertorio de la historia del dibujo animado por el espacio de la sala con total autonomía, convirtiéndose en una pionera en nuestro país de lo que se daría en llamar ‘dibujo expandido’. Este modelo, con el que se posicionó en la escena española a comienzos de siglo, ha ido ganando desde entonces en contundencia y singularidad.

Desde el año 2000, Abigail Lazkoz ha construido una carrera sólida con gran proyección internacional. Ha sido, y es, una de las pocas españolas de su generación que ha traspasado fronteras, exponiendo su trabajo en centros internacionales como el PS1 del MoMA de Nueva York, el Mücsarnok Kunsthalle de Budapest o el Museo Nacional Honestino Guimarães de Brasilia, entre otros centros. Paralelamente, ha participado en numerosas muestras individuales y colectivas realizadas en España. Su obra ha sido expuesta en MARCO (Museo de Arte Contemporánea de Vigo), el Centre d’Art la Panera de Lérida, el Museo Guggenheim de Bilbao, el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), la Fundació Joan Miró de Barcelona, el Artium (Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo de Vitoria), La Casa Encendida de Madrid y el CAB (Centro de Arte Contemporáneo de Caja de Burgos). Después de un periodo con estudio en Nueva York (2003-2016), actualmente reside en Burgos y trabaja con la Galería Bacelos (Madrid / Vigo).