La trayectoria de Ribalta se inicia a finales de la década de 1980, experimentando en 2005 una mutación radical que la divide en dos períodos divergentes. Durante el primero de ellos, su obra se focaliza en explorar, poéticamente, el naturalismo construido de la fotografía, mientras que en el segundo, que continúa, reorienta sus proyectos hacia una reinvención del documental.

El proyecto expositivo, comisariado por Valentín Roma, toma su título de la célebre pero inacabada película de Orson Welles. En 1941, Welles concibió It’s All True como una obra que mezclaba tres largometrajes diferentes, combinando el documental con la docuficción, compuesta por tres historias en torno a América Latina. Este proyecto, cancelado a mitad de su producción, ha sido objeto de numerosos debates y en 1993 fue recuperado por Richard Wilson, que realizó junto con Myron Meisel y Bill Krohn It’s All True: Based on an Unfinished Film by Orson Welles. Este documental, verdadero trabajo de campo en torno a una historia, se relaciona en gran medida con el modo de trabajar de Ribalta, así como con el modo en el que está concebida esta exposición. Recorre toda la trayectoria del artista y revela y vela al mismo tiempo aspectos de una historia en muchas ocasiones «construida», una construcción que es propia del lenguaje fotográfico y en realidad de cualquier soporte artístico.

 

A partir de los grandes conjuntos y una lógica serial, el montaje expositivo, cronológico, reúne 14 series de trabajo comprendidas entre finales de los años 1980 y 2020. También incluye una sala con cuatro proyecciones y material documental que ofrecen un amplio panorama del trabajo de Ribalta.

Los cuatro momentos cronológicos que articulan la muestra se inician con el comprendido entre 1987 y 1998, que reúne trabajos realizados en sintonía con las corrientes de la fotografía “construida” mediante una puesta en escena que resulta de un proceso de fabricación, es decir, que no viene determinada naturalmente.

El segundo, entre 1999 y 2004, refleja la aparición en la obra de Ribalta de un impulso documental, pues las escenificaciones de esos años parecen haber desplazado su foco de atención a espacios urbanos como el Barrio Chino de Barcelona.

El tercer ámbito se prolonga desde el 2005 hasta 2020, suponiendo un verdadero giro en su manera de abordar la fotografía que tiene, a modo de detonante, las radicales mutaciones urbanas, económicas y sociales de Barcelona a partir de 2004, con la celebración del Fórum de las Culturas que, según el propio autor, cierra el período abierto en 1860 por el Plan Cerdá y que tuvo en la Exposición Universal de 1888 y en los Juegos Olímpicos de 1992 sus episodios históricos precedentes.

Y el último apartado, entre 2007 y la actualidad, incluye los llamados “trabajos de campo”, una nomenclatura queutiliza para tipificar aquellas series que participan de la tradición fotográfica documental pero que analizan, críticamente, las instituciones artísticas y el trabajo en el ámbito de la cultura.

Esta exposición ha sido organizada por Fundación MAPFRE y el Museo Universidad de Navarra.

Comisario, crítico, gestor, fotógrafo…

Jorge Ribalta es un autor anómalo en el contexto español e internacional pues se ha dedicado a su propio trabajo fotográfico con la misma exigencia que a la crítica, el comisariado, la gestión cultural, la investigación o la edición. Esta multiplicidad de facetas ha tendido a situarlo en una posición inasible, a menudo en detrimento de su visibilidad como artista.

Las imágenes de Ribalta ‒realizadas principalmente en blanco y negro con película analógica‒ son fruto de una observación rigurosa y matizada. Con su trabajo hace un recorrido por los paisajes en proceso de cambio del capitalismo tardío de nuestra época. Con su obra realiza no solo un documento, también una crítica ‒no exenta de humor‒ de la cultura y los artefactos culturales con los que vivimos y habla transversalmente del arte, la política, la economía, el trabajo y la historia.

Su primera exposición tuvo lugar en la Galería Metrònom de Barcelona en el festival Primavera Fotográfica de 1988. A finales de 1980 y principios de 1990 disfrutó de varias estancias en Estados Unidos, principalmente en Nueva York y Chicago, y en 1994 organizó su primera exposición en la Zabriskie Gallery, coincidiendo con su participación en la exposición New Photography 10, la influyente selección internacional anual de artistas emergentes que organiza el MoMA.

Como parte de su faceta como gestor cultural fue director del Departamento de Programas Públicos del MACBA entre 1999 y 2009 y ha sido editor de varios libros de fotografía que hoy son obras de referencia: Indiferencia y singularidad. La fotografía en el pensamiento artístico contemporáneo (1997, reeditado en 2003) o El movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939 (2011).