Tras su formación con Abraham Janssen (c. 1573-1632), el joven Rombouts viajó a principios del siglo XVII a Italia, donde estuvo nueve años y se inspiró en Michelangelo Merisi da Caravaggio (1571-1610) y en su discípulo más destacado, Bartolomeo Manfredi (1582-1622). De regreso a Amberes desarrolló su propia identidad artística, logrando mezclar de manera sublime las influencias del norte y del sur, y convirtiéndose en una figura bien apreciada en la extraordinariamente competitiva vida artística de la ciudad. Desde su estudio en el Meir, cerca de la casa-taller de Rubens, se anticipó hábilmente a los deseos del público y se convirtió en un especialista en la pintura de género caravaggista. El impacto del estilo de Rubens en el mercado le llevó a incluir «toques rubensianos» en sus pinturas.

En la variada obra de Rombouts destacan las escenas de género monumentales, animadas y en ocasiones moralizantes, con elegantes compañías y músicos. Pintó las escenas según el método Manfrediani, basado a su vez en Caravaggio y caracterizado por el juego de luces y sombras (claroscuros) propio del sur, por el naturalismo y por un gran sentido del dramatismo, con primeros planos y figuras a medio encuadrar.

Rombouts fusiona en su personal paleta de colores los tonos morados, rojos y azules. Como buen hijo de sastre tiene un ojo especial para los textiles, que retrata casi tangiblemente. También representa de manera virtuosa numerosos instrumentos musicales. En sus cuidadas composiciones, casi escénicas, retrata figuras populares a las que eleva por su elegante apariencia y refinado vestuario. Al pintor le gusta trabajar con sus propios modelos y a veces aparece en sus propios lienzos, o hace que su esposa e hija se sienten a la mesa.

Como ningún otro sabe presentar escenas populares refinadas llenas de músicos y juerguistas. Pero también hay en su trayectoria escenas monumentales, religiosas y alegorías con mensajes políticos ocultos. Como caravaggista flamenco, une influencias de las tradiciones del norte y del sur en todas sus obras. Desgraciadamente, su carrera terminó abruptamente en 1637, cuando falleció con apenas cuarenta años. Pero aunque este estilo resultó ser efímero no se puede subestimar su impacto en la pintura de género en los Países Bajos españoles.

Para esta exposición, el MSK ha llevado a cabo una búsqueda exhaustiva de la escasa obra de Rombouts conservada. Así, se muestran en Gante obras de colecciones privadas, iglesias y museos de Europa y Estados Unidos, varias de la cuales han sido restauradas para la ocasión. El visitante puede conocer por primera vez la obra fundamental del pintor en diálogo con obras de importantes contemporáneos como Bartolomeo Manfredi, Valentin de Boulogne o Hendrick ter Brugghen. A través de una disposición temática, la muestra se centra en todos los aspectos de la pintura de Rombouts. De esta forma nos acerca al hombre detrás del caballete: un artista inteligente que se deja encantar por el talento de sus colegas, pero que también desarrolló una identidad artística propia muy reconocible, tanto para sus clientes de la época como para el espectador actual.

El MSK, el museo más antiguo de Bélgica, tiene un vínculo muy especial con el pintor de Amberes. En 1860, su Alegoría de los cinco sentidos (1632) fue la primera obra de un maestro antiguo adquirida por el Museo y hoy es una de sus lienzos más populares. Pero el MSK atesora en su colección otras dos importantes obras: Alegoría de la Corte de Justicia de ‘Gedele’ (1627 – 28), su mayor lienzo, y El sacamuelas (ca. 1628), recién restaurada y que se puede contemplar en esta exposición junto a El charlatán sacamuelas (1620 – 1625) del Museo Nacional del Prado.

Visita obligada

Ciudad natal del césar Carlos, Gante bien merece una visita. Estas son algunas razones:

Su bulliciossa vida estudiantil, sus calle medievales y sus numerosos puntos de interés cultural. Sus tres espectaculares torres: la iglesia de San Nicolás, el Campanario Municipal (Belfort) y la majestuosa Catedral de San Bavón. Precisamente, San Bavón es el hogar del Cordero Místico de Hubert y Jan van Eyck. El nuevo centro de visitantes cuenta la larga y turbulenta historia de esta obra maestra universal.

Desde las almenas del Castillo de los Condes (Gravensteen) se puede disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad. Está enclavado en el Patershol, un barrio antiguo con alma de pueblo, callejones sinuosos y calles empedradas. Ahí también está la Casa de Alijn (Huis van Alijn), un museo centrado en la vida cotidiana del pasado. Además, este barrio también es el punto de partida ideal para explorar Gante desde el agua.

La historia de Gante se remonta a siglos atrás, pero el Museo Municipal de Arte Contemporáneo (SMAK) se centra en todo lo ocurrido en el ámbito artístico después de la Segunda Guerra Mundial. De Warhol a Bacon, de Panamarenko a Appel. El Museo de Bellas Artes (MSK) –justo enfrente del SMAK– está dedicado a las artes visuales más antiguas, desde la Edad Media hasta el siglo XX. Entre las obras más destacadas están Cristo con la Cruz a cuestas de El Bosco y La flagelación de Cristo de Rubens. No hay dos sin tres. El Museo Municipal, conocido como STAM, cuenta la historia de Gante de una manera atractiva y diferente.