María Blanchard (Santander, 1881-París 1932) fue la primera pintora española en adoptar sistemáticamente el estilo cubista y en experimentar en sus composiciones con la fragmentación y las múltiples perspectivas, por lo que su contribución al movimiento moderno es particularmente notable. Ello, unido al dominio técnico que demostró y al respeto que se ganó entre sus contemporáneos, la han convertido en una figura de referencia.

Esta muestra pondrá de relieve la riqueza simbólica, el compromiso social, la complejidad formal y el carácter innovador propios de la obra de Blanchard en su relativamente corta trayectoria, un trabajo que no fue suficientemente valorado en su machista contexto cultural. Pintora comprometida con su modo particular de vivir y de crear hasta el final, Blanchard consiguió, pese a todo, traspasar los límites de los estereotipos.

La combinación de elementos geométricos y una hábil simultaneidad de puntos de vista dan un carácter único tanto a las imágenes más abstractas de su primera época como a sus composiciones figurativas poscubistas, realizadas a partir de 1920. Su repertorio temático de maternidades, escenas domésticas, niños o mujeres trabajadoras refleja una sentida preocupación por la vulnerabilidad de la condición humana y el poder evocador de las emociones. Aspectos que enfatiza con un impecable dominio técnico y un evidente interés por la historia y la tradición de la pintura europea.

Con esta muestra, el Museo Picasso Málaga continúa en su línea de reivindicación de las mujeres artistas del siglo XX, tras anteriores exposiciones dedicadas a Sophie Taeuber-Arp (2009), Hilma af Klint (2013), Louise Bourgeois (2015); Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo (2017) y Paula Rego (2022).


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