Hay imágenes que, más allá de su iconografía, interpelan al espectador desde una verdad silenciosa. La Virgen de la leche pertenece a esa rara categoría de obras capaces de conjugar lo sagrado con lo profundamente humano. Realizada entre 1609 y 1610, cuando una joven Artemisia se formaba en Roma en el taller de su padre, la obra constituye un testimonio esencial de su etapa juvenil. En ella ya se percibe, con sorprendente claridad, una voz propia: una manera singular de entender la emoción religiosa no como distancia devocional, sino como experiencia corporal y afectiva. La Virgen amamanta al Niño sin artificio, con una naturalidad que convierte el gesto cotidiano en acto trascendente.

La pintura, adquirida por la Fundación en el mercado internacional en 2024, se suma a un conjunto muy reducido de obras de Artemisia Gentileschi conservadas en España. Su incorporación no solo enriquece el panorama de las colecciones nacionales, sino que reafirma el compromiso de la institución con la preservación y difusión de un patrimonio artístico históricamente subrepresentado.

Desde el punto de vista formal, La Virgen de la leche destaca por una composición contenida y una monumentalidad serena. La luz modela los cuerpos con suavidad, el dibujo revela una mano segura y el tratamiento emocional anticipa ya el dramatismo que caracterizará la madurez de la artista. Basada en un cartón, la obra sirvió como modelo para varias versiones posteriores del mismo tema; entre ellas, la más conocida se conserva hoy en la Galleria Spada de Roma. Sin embargo, esta versión temprana posee una delicadeza y una frescura que la hacen especialmente valiosa.

Artemisia Gentileschi sigue revelándose como una artista capaz de transformar los grandes temas de la tradición en experiencias íntimas y contemporáneas. En La Virgen de la leche, esa transformación alcanza una intensidad poco frecuente: la maternidad se convierte en lenguaje pictórico y la fe, en gesto humano.


– Con motivo de la exposición, la obra ha sido objeto de un estudio específico a cargo de Leticia Ruiz, jefa de departamento de Pintura Española del Renacimiento del Museo del Prado. Su investigación aporta nuevas claves sobre el contexto creativo de Artemisia y sobre la singularidad de esta pintura dentro de su trayectoria. La propia Ruiz ofrecerá una conferencia el 16 de diciembre en la que abordará la iconografía de la Virgo lactans y su reinterpretación por parte de la artista. La propuesta se completa con una programación paralela pensada para públicos diversos.

«La Virgen de la leche». Artemisia Gentileschi. 1609-1610. Colección FMCMP. © Fundación María Cristina Masaveu Peterson. Autor: Marcos Morilla.