El lingote lleva unas contramarcas en el metal -IMP(erator) GER(manicus) AVG(ustus)- que indican su pertenencia personal al emperador de Roma, probablemente a Nerón, de acuerdo con las últimas investigaciones. Las minas de Sierra Morena, de las que procedía el cargamento de plomo del Bou Ferrer, eran también un monopolio del emperador.

Con 205 libras romanas (68 kilos), esta pieza depositada en el MAN es dos veces más pesada que los lingotes conocidos hasta ahora de la misma época, como los expuestos en la misma vitrina del museo, procedentes de la antigua ciudad de Carthago Nova (Cartagena).

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El acto de depósito ha tenido lugar en el transcurso de una jornada dedicada al proyecto de excavación del pecio, en la que han participado representantes de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana, de la Universidad de Alicante, del Ayuntamiento de Villajoyosa y los directores de la excavación y de los dos museos implicados.

En el encuentro se han presentado los resultados de la campaña arqueológica anual, finalizada el pasado 15 de noviembre, que ha permitido localizar y excavar un fragmento del costado del barco de unos 2 x 2 metros.

Según ha manifestado el codirector de la excavación, Carlos de Juan, «los valores obtenidos en algunas de las cuadernas muestran la importante envergadura de la nave, que podría superar los 30 metros de eslora, convirtiéndola en el mayor mercante romano en curso de excavación. Estamos ante un yacimiento extraordinario para la investigación del mundo antiguo».

«El hallazgo del fragmento del costado -ha continuado el arqueólogo- nos permite adelantar el buen estado de la conservación tanto de esa parte del barco como del material orgánico desprendido tras el naufragio (cabos, poleas, telas, canastos, etc.), que nos ofrecerán valiosos datos arqueológicos para conocer la arquitectura naval del pecio y su relación con la carga que transportaba, las ánforas y los lingotes de plomo».

El equipo ha trabajado a 27 metros de profundidad, literalmente en el interior de la bodega del barco, en unas condiciones de visibilidad complicadas. El progreso de la excavación es muy lento porque, a medida que se avanza, se levanta un plano tridimensional con técnicas de fotogrametría.

 

La Universidad de Alicante coordina y ejecuta el encargo de la Dirección General de Patrimonio. Este año, además, ha participado el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la UA, el Grupo de Patrimonio Virtual y el grupo de Investigación Informática Industrial e Inteligencia Artificial de la UA, que voló un dron en el puerto de Villajoyosa para obtener unas imágenes del contexto geográfico en el que se hundió el barco.

El yacimiento Bou Ferrer fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) el pasado mes de octubre, lo que eleva su grado de relevancia y protección dado su valor científico y patrimonial.

Ánforas y lingotes

El navío transportaba una carga de unas tres mil ánforas y lingotes de plomo que se encuentran en perfecto estado de conservación. Todo apunta a que se trata de un flete del mismo emperador romano. Su eslora se estima en unos 32 metros y aproximadamente 230 toneladas de porte y viajaba, probablemente, desde Cádiz a Roma. El naufragio se habría producido mientras intentaba buscar refugio en el fondeadero de Villajoyosa.

Vídeo elaborado por José Antonio Moya, especialista en imágenes submarinas del Taller de Imagen de la Universidad de Alicante: