La noticia de la llegada al poder de Hitler la recibe Böll estando enfermo con gripe. Pronto se multiplican las señales de lo que vendrá: palizas, uniformes, las primeras quemas de libros (ante la hoguera, Böll se extraña de que hayan encontrado tanto material «condenable» en la biblioteca de su instituto, el Kaiser-Wilhelm-Gymnasium, que se caracteriza por una estricta moral católica), gente que es hecha prisionera y llevada a campos de concentración, de donde vuelve transformada y sin ganas de hablar de ello.

Desde la distancia

Junto a los cambios en el entorno, también su familia se ve afectada por los nuevos tiempos. Su madre es de las primeras en opinar que el país va directo hacia la guerra. En 1936, los Böll se ven obligados a lucir una bandera con esvástica en su casa, aunque la instalan de tamaño más pequeño que la mayoría de sus vecinos. La vida de padres y hermanos se verá alterada en lo más profundo por el vendaval de la historia.

Escrito desde la distancia, sin caer en el dramatismo, con ciertos apuntes irónicos y frecuentes reflexiones hechas en el momento de la escritura, este texto autobiográfico es un excepcional testimonio del ascenso del nazismo escrito por uno de los grandes autores alemanes de posguerra.

El autor

Heinrich Böll fue uno de los autores más respetados y leídos de la posguerra alemana. Su análisis crítico de la sociedad surgida de la derrota y las secuelas que dejó en sus compatriotas lo plasmó en novelas como El ángel callaba (1951) o Retrato de grupo con señora (1971). El pan de los años mozos (1955), Billar a la nueve y media (1959) u Opiniones de un payaso (1963) le convirtieron en un autor leído en todo el mundo. En 1972 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.