Las vicisitudes por las que ha pasado este edificio, cuyos orígenes se remontan a la primera fundación de los jesuitas en esta ciudad, y hoy se conoce como Escuela de San Telmo, han sido diversas.

En 1999 el edificio de San Telmo, en la Plaza de la Constitución, que alberga también al Orfeón Universitario, fue cedido al Ateneo de Málaga para sede y desarrollo de sus actividades, realizándose diversas obras de rehabilitación por el arquitecto Carlos Hernández Pezzi.