Se enclava en un conjunto arquitectónico que data del primer cuarto del siglo XIV, fecha en la que fue convento de la Merced. Tras numerosas cesiones y remodelaciones, en 1978 vuelve a ser propiedad municipal, incluyéndose en la propuesta inicial de edificios a conservar del Plan Especial del Centro Histórico de Logroño. El año 1979 comienza la recuperación de un edificio que había sido convento, hospital militar, cuartel, almacén, cárcel y fábrica de tabacos. La Sala Oeste, construida a finales del siglo XIX para ser el almacén de secado de la fábrica de tabacos, abría así una primera fase como espacio cultural interdisciplinar (música, teatro, pintura, escultura, etc.) ligado a las nuevas prácticas traídas por la recién conquistada democracia. Desde mayo de 1988, ya bajo la actual denominación de Sala Amós Salvador y gracias a la diversificación de infraestructuras culturales en la ciudad, se convirtió en espacio de uso específico y exclusivo para las artes plásticas.