Construido en 1866 gracias a la aportación económica de personas pudientes y humildes, y de entidades de gran solvencia, en el solar de Boca-Barranco o de la Pescadería, ya que era céntrico, con unas dimensiones y forma adecuadas, y ubicado en una zona de fácil acceso y visibilidad. Pero su proximidad al mar causó el desacuerdo entre los ciudadanos, lo que provocó críticas, que quedarían plasmadas en los dibujos y versos de Benito Pérez Galdós («¿Quién fue el patriota estúpido / quién fue el patriota vándalo / que imaginó las bóvedas / de este Teatro Acuático…»). El proyecto fue del arquitecto Francisco Jareño y Alarcón y se inauguró en 1890 con el nombre de Teatro Tirso de Molina. Con motivo del gran éxito del estreno de Electra de Benito Pérez Galdós en 1901 se propuso como homenaje el nombre del escritor para denominar al Nuevo Teatro.