Van Dyck pintó este Autorretrato en Londres en 1640 en los meses finales de su vida. Se trata de uno de los tres únicos autorretratos que ejecutó en Inglaterra, representándose con un vestido negro y blanco de seda. Antes de que Sotheby´s lo sacara a la venta, el cuadro había aparecido por última vez en el mercado en 1712 y, por tanto, ha pertenecido a la misma familia durante casi 300 años.

Moore-Gwyn, especialista de pintura británica de la casa de subastas, aseguró que “esta obra es sin duda el retrato más importante de Van Dyck que a salido a subasta en toda mi carrera de 33 años en Sotheby’s. Durante las últimas semanas y meses, la pintura ha suscitado una enorme expectación y estamos absolutamente encantados con el registro alcanzado esta noche, testimonio de la rara oportunidad de encontrar a la venta obras que han permanecido durante 300 años en una misma familia”.