El Rey solicitó a Sert que pintase una serie de siete cartones para tapices pensando en que posteriormente fuesen tejidos en la Real Fábrica de Tapices. Finalmente, este proyecto no llegó a buen término puesto que las piezas textiles nunca se realizaron, quedando tan solo como testimonio las monumentales obras de Sert, de temática carnavalesca e influidas por el Barroco. Posteriormente, el artista las vendió en Estados Unidos, y pasaron a formar parte de la colección de Henry Carnegie Phipps, del que decoraron el salón de su casa en Palm Beach (Florida) donde han permanecido hasta la actualidad.

El Carrusel, adquirido ayer, y unánimemente considerada como la obra más destacada del conjunto por su gran calidad artística, supone la recuperación para el patrimonio histórico español de una importante obra de José María Sert.