El Museo conservaba siete obras de Feliu Elías, de las que seis eran naturalezas muertas y solo una, La galería, hacía protagonista de la pintura a la figura humana, un tema que este artista cultivó con preferencia en los años 20 y 30 en sintonía con los lenguajes europeos de retorno al orden como la Nueva Objetividad alemana.

Esta pintura evidencia al mismo tiempo que Elías era un pintor de talento y técnica depurada, y permite reforzar su presencia en las salas de exposición permanente, donde se podrá ver la obra a partir del septiembre.