Pintado en Venecia entre 1556 y 1559, el cuadro de 1,87 x 2 m de ancho había formado parte durante los últimos dos siglos de la colección privada Bridgewater, de la familia del duque de Sutherland, que también posee obras de Rafael, Rembrandt y Rubens.

El óleo representa una escena de la Metamorfosis de Ovidio y es una de las piezas más valiosas que hasta ahora se encontraban en manos privadas. Tras su adquisición, se reúne con su pareja, Diana y Acteon, igualmente de Tiziano y que la National Gallery y las Galerías Nacionales de Escocia compraron conjuntamente al mismo duque de Sutherland. Ambas pinturas se expondrán alternativamente en Londres y Edimburgo. En el caso de Diana y Acteon, que se vendió en 2009, los 50 millones de libras que se pagaron provenían tanto de donaciones particulares como del Gobierno escocés. 

Para Felipe II

Dentro de la serie de las «poesías» pintada para Felipe II en la década 1550, Tiziano consideró a Diana y Acteón y Diana y Calisto como trabajos para colgar en una misma pared, apareciendo elementos similares -la distribución de las figuras en V y el empleo de diagonales cruzadas- en ambas como si formaran parte de un conjunto. Estos dos trabajos se incorporaron más tarde a la serie, creando un conjunto en el que la belleza femenina resulta la principal protagonista. 

Estas obras tendrían como fin la decoración de una cámara privada del rey con obras de marcado carácter erótico. El objetivo de la cámara era mostrar la belleza de la mujer desnuda desde cuatro puntos de vista diferentes. Las «poesías» nos muestran a un monarca joven, amante del arte y de la belleza femenina.La influencia de estos trabajos será fundamental en la obra de Rubens, quien llegó a copiar algunas obras como el Rapto de Europa.

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