Pues bien, parece que el Real (al menos con el primer reparto) lo ha entendido al pie de la letra y ha conseguido que su público, siempre tan complicado y reticente al elogio, aplauda, vuelva a aplaudir para aplaudir una vez más después de las arias más destacadas.

El tenor mexicano Javier Camarena es el encargado de interpretar el rol de Tonio. Llega avalado por su reciente osadía en el Metropolitan de Nueva York, en el que tuvo que salir a cantar un bis de su aria de Ramiro, de La cenerentola de Rossini. Sólo dos tenores, Luciano Pavarotti y el peruano Juan Diego Flórez, han logrado antes hacer algo así. Pues bien, Camarena es el encargado de cantar los nueve ‘do de pecho’ en la famosa aria Ah, mes amis de la ópera de Donizetti, que en cierto modo -por qué no decirlo- tiene un aire circense.

Es maravilloso escucharle llegar de esa forma a los agudos. Hacerlo es casi saber que estás ante un momento para el recuerdo, pero aún lo es más escuchar su fraseo, su timbre medio, elegante, sereno y templado en el aria del segundo acto Pour me rapprocher de Marie. A veces, lo más espectacular no es lo más bello, ni siquiera, lo más difícil, ya que él mismo ha confesado que esa segunda aria tiene una mayor dificultad para él.

Quizás Aleksandra Kruzak en el papel de Marie, que en un principio iba a interpretar Natalie Dessay, no ha estado tan brillante como Camarena, sin embargo los gritos de ¡Brava! ¡Brava! que no se escuchaban en el Real desde hace unas cuantas producciones han sido más que justos con ella. Con un inicio irregular, poco a poco la soprano polaca fue creciendo y encontrándose para regalar unos deliciosos instantes llegando a los agudos con bellos pianissimos. Es honesto decir que el peso de toda la obra de Donizetti recae sobre ella, y que ante eso, hace un buen papel.

Brillante es el de la contralto Ewa Podles como Marquesa de Berkenfield. Con su increíble registro vocal, su inconfundible timbre y su magistral interpretación actoral, es un lujo tenerla en el coliseo madrileño. El reparto lo completan Ángela Molina en el papel de La duquesa de Crakentorpe (que en principio iba a hacer Carmen Maura), Petro Spagnoli como el Sargento Sulpice y Issac Galán como Hortensiues.

Con numersosas partes corales, el coro Titular del Real dirigido por Andrés Máspero pone de relieve una vez más el buen momento que atraviesa. Por su parte, la orquesta, dirigida por el maestro especialista en bel canto Bruno Campanella, se mostró equilibrada, medida, nada histriónica ni sobrepasada. Hizo y dejo hacer de forma bella y delicada.

La escenografía ideada por Chantal Thomas bajo la visión del director de escena Laurent Pelly es, además de resolutiva para una historia nada fácil, original dentro de la época, muy visual y muy muy bonita. Así, todo enmarcado, a diferencia del libreto original, en la I Guerra Mundial a propuesta de Pelly, funciona perfectamente.