Wagner supuso la renovación de la música, no solo en la ópera, que él concibió como “obra de arte total” y síntesis de todas las artes poéticas, visuales, musicales y escénicas, sino de la armonía y la instrumentación en todo el siglo XIX. No sólo transformó la música, sino la concepción misma del espacio lírico.

Programa

Martes 8 de enero. Un hombre del presente. Cuando Wagner viene al mundo en Leipzig, Alemania no existía como tal: se trataba de un conjunto de más de 250 principados independientes. En tal contexto, la circulación de las ideas estéticas asumía ya una función casi política, en el sentido de materializar en el terreno cultural las aspiraciones unitarias. Los ideales republicanos de la Junge Deutschland que Wagner conoció a través de Heinrich Laube (y que se inspiraba en la Giovine Italia de Mazzini) y la Revolución de 1848 (en la que participó activamente junto a Bakunin) se fundieron en sus obras con los símbolos románticos que unían el universo sobrenatural y la realidad material: para Wagner, construír su obra fue también aspirar a la erección de una mitología germánica en que Das Nibelungen Lied y Des Kabes Wunderhorn compartiesen espacio enunciativo con el socialismo utópico de Proudhon, el sentido dionisíaco de Nietsche y el pesimismo de Schopenhauer, en el imposible sueño de una suerte de religión nacional y artística: tan sólo la belleza de su música posibilitaría la ilusoria materialización de semejante espejismo.

Jueves 10 de enero. Una música del futuro. Wagner supone el paso más trascendental  en la renovación, no ya de la música escénica, sino de la armonía y la instrumentación en todo el S.XIX: en tal sentido, la influencia de su obra se proyecta en todos los géneros, y cabe afirmar que ninguno de sus contemporáneos y sucesores ha permanecido inmune a ella. La liberación del cromatismo, la función de la orquesta como un organismo de importancia equivalente (si no mayor) que las voces, así como la concepción de la forma operística como un discurso continuo regido por el principio de desarrollo temático, suponen un cambio de perspectiva diametral, toda vez que implican la absorción del sinfonismo por parte del operismo. Pero Wagner es también el responsable de una nueva concepción escénica, materializada en Bayreuth bajo su propia dirección: Wagner no sólo trasformó la música, sino la concepción misma del espacio lírico.

Madrid. Wagner: su vida, su obra, su tiempo. Fundación Juan March. Castelló, 77.
8 y 10 de enero. 19.30 h.
Entrada libre hasta completar aforo.