El  premio lo concede el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), organismo adscrito al Ministerio de Cultura, y está dotado con 30.000 euros. Está destinado a recompensar la aportación más sobresaliente en el ámbito cinematográfico español puesta de manifiesto a través de una obra hecha pública durante 2009, o de una labor profesional desarrollada durante ese mismo año. En casos excepcionales, debidamente motivados, también podrá otorgarse como reconocimiento a una trayectoria profesional.

Álex de la Iglesia empezó como dibujante de cómic a los diez años y se licenció en Filosofía por la Universidad de Deusto. Trabajó en televisión como decorador y se encargó de la dirección artística de Todo por la Pasta, de Enrique Urbizu. Su primer y único corto como coguionista y director, Mirindas asesinas (1991), acaparó premios en numerosos festivales y sirvió para que Pedro Almodóvar, a través de su productora El Deseo, apadrinara su primer largometraje, Acción Mutante (1993).

Ha dirigido también películas como El Día de la Bestia (1995), por la que consiguió seis Premios Goya (entre ellos el de Mejor Dirección), Perdita Durango (1997), Muertos de Risa (1999), La Comunidad (2000), 800 balas (2002) o Crimen perfecto (2004). En 2008, rodó la película Los crímenes de
Oxford
, la cinta española más taquillera de aquel año, con más de 8,5
millones de euros de recaudación. Su último largometraje, Balada triste de trompeta, está ya en fase de montaje. Desde 2009 es el presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.