El jurado, compuesto por Carmelo Guillén Acosta, Joaquín Benito de Lucas, Julio Martínez Mesanza y Eloy Sánchez Rosillo, también concedió dos accésits a Francisco Javier Burguillo López por su obra Musa de fuego (por su «lenguaje sencillo y su arraigo en la tradición española») y a Alberto Chessa por el poemario La osamenta (por su «madurez en la utilización de los recursos poéticos y su visión existencial e irónica del mundo»).

Gutiérrez Román ha obtenido entre otros premios el Letras Jóvenes de Castilla y León en 2000 y 2004 por los poemarios Horarios de ausencia y Alguien dijo tu nombre, y en 2005 en la modalidad de narrativa.

El Premio Adonáis, que no tiene dotación económica y reconoce el trabajo de un poeta menor de 35 años, establece la publicación de la obra ganadora por Rialp.

Los pies del horizonte es un viaje en tres etapas: un viaje físico por el Portugal que conoció José Gutiérrez Román en 2002 (y por los autores portugueses que leyó: Pessoa, Eugenio de Andrade, José Gómez Ferreira o Antonio Botto); un recorrido por la memoria de lo pasado y la que está por llegar, y un viaje por el amor como un pasajero.

ALGO MÁS QUE PALABRAS

Tú y yo
tuvimos algo más que palabras.
Alguna vez llegamos a las manos,
e incluso a los besos.
Mas la vida escogió oficio de comediante
entre nosotros
y amablemente siguió con sus títeres
hacia otra parte.

Lejos ya de cualquier tristeza,
contemplo con ternura
esta lección que hoy me brinda el tiempo:
la desposesión en sentido absoluto.

Porque sé que ya no son mías
las noches que pasé en tus manos,
ni las manos en que ahora pasas tus noches.

(Poema perteneciente
al libro Los pies del horizonte).