Al ganador le acompañó en el podio la periodista Mara Torres (Madrid,1974), presentadora de La 2 Noticias de TVE, que quedó finalista (150.250 euros) con su debut en la ficción, La vida imaginaria, el drama de una mujer que intenta superar una ruptura sentimental. «Es una historia de amor. Un abandono que obliga a reinventarse en la vida, un periodo en el que confundes realidad y deseo. Mi personaje es una reivindicación de la capacidad de soñar», explicó la finalista, que parece tener en la ausencia temática recurrente pues recientemente publicó el ensayo Sin ti, en el que cuatro personajes se enfrentan a la pérdida de un ser cercano.

«Mojándose»

La gala contó con la presencia, entre un buen número de personalidades de la cultura y de la política, del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Esta circunstancia tuvo un especial significado por cuanto Silva protagonizó el acto no sólo por erigirse en ganador sino porque a la hora de los agradecimientos explicó que su libro constituye una metáfora de hombres que «cruzan la raya» en el cumplimiento de su deber. «Esto supone un error moral, pero también de otra índole. Cuando cruzas la raya entre la conducta digna de la indigna, también lo haces del comportamiento inteligente del que no es inteligente, y por ello debes de pagar las consecuencias».

En un claro mensaje para navegantes, Silva siguió «mojándose» en la segunda parte de su discurso, dando las gracia en catalán a la ciudad de Barcelona, «como un personaje más de la novela», y remarcando que «espero que entre mi Madrid y mi Barcelona no haya nunca una raya divisoria, no haya un meridiano que, después de todo, no es más que una línea imaginaria».

Escritor prolífico

Silva (Madrid, 1966) ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del premio Nadal 1997), Noviembre sin violetas, La sustancia interior, El urinario, El ángel oculto, El nombre de los nuestros, Carta blanca (premio Primavera 2004), y la Trilogía de Getafe, compuesta por Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, El cazador del desierto y La lluvia de París. También es autor del libro de relatos El déspota adolescente y del libro de viajes Del Rif al Yebala. Viaje al sueño y la pesadilla de Marruecos. En 2004 editó, junto a Marta Cerezales y Miguel Ángel Moreta, La puerta de los vientos, una antología de narradores marroquíes contemporáneos. En 2006 publicó junto a Luis Miguel Francisco Y al final, la guerra, un libro-reportaje sobre la intervención de las tropas españolas en Irak, y en 2008 un ensayo sobre El Derecho en la obra de Kafka.

La marca del meridiano forma parte de la serie policíaca protagonizada por los investigadores Chamorro y Bevilacqua, iniciada con El lejano país de los estanques (premio Ojo Crítico 1998), y a la que siguieron El alquimista impaciente (premio Nadal 2000), La niebla y la doncella, Nadie vale más que otro, La reina sin espejo y La estrategia del agua.