El jurado ha valorado de Piano “su dimensión universal, aunque al mismo tiempo está profundamente enraizado en su Génova natal, sede de su fundación y desde donde también opera su estudio. Su arquitectura usa una tecnología sofisticada, y a la vez se basa en la experiencia artesanal que refleja el nombre de la oficina, Building Workshop, taller de construcción. Esa atención a la dimensión técnica y material de los edificios se conjuga por su parte con un extraordinario respeto al contexto histórico y ambiental donde se ubican, lo que le ha valido ser considerado como un constructor humanista».

Piano une, según el jurado, los dos ámbitos esenciales del Príncipe de Viana de la Cultura, la creación artística y el trabajo científico-técnico, y reconcilia también el amor a lo propio con la voluntad de proyectarse hacia el exterior, al igual que el propio Premio. Por otra parte, «ha sabido reunir también la dimensión titánica y la mínima (desde un aeropuerto en una isla artificial en la bahía de Osaka hasta las lacónicas celdas de unas monjas clarisas al pie de la capilla de Ronchamp), trabajando con clientes tan singulares como Dominique de Menil, para la que construyó en Houston un museo mítico; la familia Sulzberger, para quien levantó en Nueva York el rascacielos sede del New York Times; las universidades de Harvard y Columbia, de cuyos campus se ocupa actualmente; o la Fundación Marcelino Botín, para la que desarrolla hoy el proyecto del Centro Botín de Arte y Cultura en el frente marítimo de Santander. En todos los casos, a través de un diálogo constante que procura aunar la excelencia artística con las demandas funcionales, la utilidad social y el respeto de la naturaleza. Renzo Piano, en síntesis, reflejaría el carácter internacional de un premio con raíces, y continuaría una lista tan distinguida como la precedente».

Piano ha sido ganador de varios premios, entre ellos el Premio Pritzker de arquitectura en el año 1998 y la Medalla de Oro de la Unión Internacional de Arquitectos, que recibió en 2002. El premio navarro será entregado en junio, en un acto presidido por Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias y de Viana.

El Gobierno de Navarra instituyó los Premios Internacionales Príncipe de Viana, los tres galardones más destacados que otorga la Comunidad Foral, para reconocer la labor de personas e instituciones de cualquier país en los ámbitos de la cultura, la solidaridad y la cooperación, y la atención a las personas dependientes.