Junto al Cubo

Situado junto a la sede central de Caja Granada, conocida como “El Cubo”, obra que realizó el mismo arquitecto en 2001 y que ya es un referente arquitectónico mundial, el equipo tenía claro que quería una continuidad formal y arquitectónica entre la nueva obra y la primera.

El nuevo edificio está compuesto por dos piezas: una horizontal, cuyo plano superior coincide con el cuerpo bajo de la sede central de Caja Granada, y una vertical, con altura y anchura iguales a la sede central. El material empleado en la estructura y el cerramiento exterior del edificio es el hormigón visto, cuyos costes energéticos y naturales son inferiores a los de otros materiales, y el interior es completamente blanco.

Invariante de la arquitectura andaluza

La parte horizontal se organiza alrededor de un patio de planta elipsoidal (cuyo diámetro es igual al del Palacio de Carlos V en el recinto de la Alhambra,) del cual salen unas rampas que unen los distintos niveles. Son tres alturas, dos de ellas bajo rasante, que albergan el programa museístico.

El patio interior, explica el arquitecto, “es una invariante de la arquitectura andaluza. Es un pozo de luz elíptico con rampas. Blanquísimo. Hecho con mármol de Macael. Creo que sintetiza todas las cosas. Se presta muchísimo, es un escenario abierto, vivo. Es una arquitectura de nuestro tiempo, moderna. Los materiales y la tecnología son de nuestros días. Los espacios son, o eso pretendo, más intemporales. Incluso planteo guiños a la mejor arquitectura histórica granadina. El espacio, fuera del casco histórico, me ha permitido moverme con más libertad, encontrar y potenciar referencias”.

Edificio pantalla 

La pieza vertical (de la misma anchura y altura que el edificio principal de la sede central de Caja Granada) es un edificio pantalla, la Puerta de las Culturas, sobre el cual se proyectarán imágenes fijas con el objetivo de transmitir mensajes a los que conducen por la circunvalación de Granada sobre la cual está orientado. Éste albergará la mediateca, oficinas y dependencias administrativas del museo. En su última planta acogerá un restaurante mirador con unas increíbles vistas sobre la ciudad.

Inspirado por la estética de Alejandro de la Sota, las obras de Alberto Campo Baeza siempre se basan en métodos constructivos elementales que producen espacios minimalistas y puristas, sobre los cuales investiga la incisión de la luz. Ha evolucionado desde el enfoscado pintado en blanco de sus primeras obras a texturas más rugosas de hormigón visto o piedra en obras de mayor escala, como podemos apreciar en esta obra.

Alberto Campo Baeza

Nació en Valladolid en 1946, licenciándose en la Escuela de Arquitectura de Madrid en 1971. Profesor (1976) y catedrático de Proyectos (1986) en esta misma escuela, fue también ese mismo año director del Departamento de Proyectos. Entre sus obras más conocidas destacan el Ayuntamiento de Fene (1980), los colegios de S. Fermín en Madrid (1985) y Drago en Cádiz (1992), el Centro BIT en Mallorca (1998), la Plaza de la Catedral y edificio de oficinas en Almería (2001) y la sede central de la Editorial SM en Madrid (2003).

Son también muy conocidas algunas de sus viviendas, como las casas Turégano, García Marcos y De Blas, todas en Madrid, y la casas Gaspar, Asencio y Guerrero, en Cádiz. Es significativo su proyecto de torre, la más alta de España, para la Ciudad de las Comunicaciones de Telefónica. Su edificio más representativo es el de las oficinas centrales de Caja Granada en Granada (2001).

Ha obtenido diversos premios por sus obras, entre los que destacan el premio al mejor pabellón de la Bienal de Venecia (2000), el premio de la Bienal de Miami (2002) y premio COAM (2002) por la casa De Blas. En 2006 se expuso en el MoMA de New York, en la exposición On-site: New Architecture in Spain, su proyecto para el MA, Museo de la Memoria de Andalucía en Granada.

Más información en la web del arquitecto