Hace años se inició una absurda carrera entre los restauradores de pro, en la que la denominación de los platos ha ido ganando cada vez más líneas, hasta el punto en que hay restaurantes donde cada plato viene descrito en un rebuscado lenguaje mezcla de aspirante a crítico literario y notario experimentado, que parece poner más empeño en cómo llamar al plato, que en la realización del propio plato.

Lo cierto es que queramos o no, nos vamos acostumbrando –qué remedio– a términos que en la vida habíamos asociado a la comida: “sobre un lecho de…” “con un retrogusto…” “acompañado de una fina viruta de…”  “espárragos tres texturas…”

¿Hasta dónde llegaremos? ¿Seguiremos recordando al humilde pollo y a las familiares patatas, o por el contrario nos entregaremos en cuerpo y alma  a la “presa de gallinácea atemperada con acompañamiento de perlas de tubérculo germinado en crujiente equilibrio?

Este vídeo de ETB2 aporta una divertida visión sobre el asunto.

Y ya metidos en esta reflexión, un curioso documento comparativo:

Por una parte, un extracto de platos contenidos, en alguna de sus temporadas, en un menú-tipo de El Bulli, redactado para los clientes:

Aire helado de parmesano con muesli, Aceite de oliva en cápsula con falsa panceta, Muelles de aceite de oliva virgen, Espárragos en escabeche, El queso y su lana, Cáctus de chocolate y árbol de azúcar, Olivas esféricas, Marshmallow de piñones, Caramelo de aceite de calabaza, Ninfa de algodón, Tempura de salicomia al azafrán con emulsión de ostra, Nudos esferificados de yogur con ficoide glaciale, Lío de zanahoria, Shabu-shabu de hígado de rape con linquat de sésamo, Sesos de cordero con erizo y algas, Morfhings…etc. etc.

Y por otro lado, otro menú-tipo también de El Bulli, pero esta vez interno, el que come semanalmente el equipo de trabajo, con una redacción, como podemos ver, bastante más sencilla:

Lunes: Endivias con vinagreta de frutos secos, Carne de cerdo guisada
Martes: Macarrones carbonara, Alcachofa al horno con romesco
Miércoles: Crema de calabacín con croutons, Muslitos de pollo con curry y manzana.
Jueves: Coliflor gratinada, Libritos de lomo con ensalada de tomate
Viernes: Ensalada verde, Roast beef con pure de patatas
Sábado: Patata con salsa verde y huevo poche, Sardinas a la plancha
Domingo: Sopa de tomate y albahaca, Arroz de conejo

Y es que, por lo menos  en casa, más vale llamar a cada cosa por su nombre, no vaya a ser que nos liemos.

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