La primera bodega española que ha llevado esta teoría a la práctica es Bodega Emina, perteneciente al Grupo Matarromera, pionera en sacar al mercado una línea de cosméticos creados a partir de los componentes de la uva: tratamientos de belleza y cuidado de la piel,  como leche limpiadora tonificante, fluido hidratante, antiarrugas, body milk, gel reductor, gel espumoso, gel exfoliante y after shave, han sido producidos a partir de materias primas naturales, teniendo la uva y la viña como principales ingredientes para extraer los principios activos que más ayudan al cuidado de la piel.

Los principales beneficios: activan la circulación sanguínea, retrasan el envejecimiento de la piel, fortalecen el tejido cutáneo, proporcionan vitalidad a la epidermis y ayudan a mantener una piel turgente.
Por otra parte, también en sudamérica alguna marca se ha lanzado a esta nueva y diferente aventura de comercializar para usos cosméticos el mismo vino con el que el dios Baco regaba sus fiestas. Es el caso de Vinotage (Vinot-Age) una compañía de cosméticos brasileña que el año pasado presentó su primera “cosecha” de productos procedentes de vino – importado principalmente de España y Francia – y que cuenta ya con una línea capilar, en la que destaca un champú al Cabernet Sauvignon, sales de baño, cremas corporales y un exfoliante fabricado con semillas de uva molidas, que tiene una consistencia mucho más suave que la típica textura arenosa de los sintéticos.
La verdad es que de todo lo visto, con lo que verdaderamente me quedaría es con cualquiera de nuestros “Matarromeras” y además en su versión original en copa líquida y bebible.

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