Se trata de la segunda exposición de Priscilla Monge en la galería valenciana, una artista interesada en las estrategias del poder: ¿Quién las tiene? ¿Quién no las tiene? ¿Cómo éstas se expresan en los aspectos más cotidianos de nuestra vida?, etc.

Reglas no escritas

Monge, creadora que participó en la 49 edición de la Bienal de Venecia y que cuenta con obras en importantes instituciones, como en la Daros Latinamerica de Zúrich, el MEIAC de Extremadura, el CAAC de Sevilla y el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de San José (Costa Rica), transforma las expectativas del espectador en algo incómodo, haciéndole pensar sobre lo que es y lo que no es aceptable en nuestra sociedad y, también, sobre quién crea esas reglas no escritas.

Esperamos muros hechos de ladrillos, pero ¿cómo reaccionar, si en lugar de ladrillos, encontramos compresas? ¿Y si un bello bordado deletrea un insulto violento en lugar de una oración? ¿Y si un pupitre escolar se transforma en una lápida grabada con signos de violencia? Sus muñecas maquilladas y manipuladas como títeres violadas, eje importante de la muestra, que  remiten sutilmente a los foto-collage dadaístas de Hannah Höch con sus muecas de
perpetua felicidad.

Aunque Monge toma una mirada próxima a la cruda realidad escondida bajo la superficie del día a día, no deja de hacerlo con una agudeza y humor extraordinarios abordando cuestiones relacionadas con la problemática de la mujer, unas veces de manera explícita y otras veces bordeando sutilmente la violencia, la incomunicación y la confrontación entre lo íntimo y lo público, temas comunes en sus obras.

 

Valencia. Priscilla Monge. RojoGalería Luis Adelantado.

Hasta el 10 de mayo.