Jiménez Burillo llegó a la Fundación en diciembre de 1988. Treinta años más tarde y 500 exposiciones después anuncia su retirada: «He cumplido una larga etapa y es hora de dar paso a gente más joven que tiene otra manera de ver las cosas. He tenido la suerte de contar con un equipo fantástico, muy profesional. Dejo la Fundación en un momento brillante». Le sucederá Nadia Arroyo, actual directora de Exposiciones y su estrecha colaboradora en los últimos 12 años, «lo que hace que el relevo sea muy fácil y, seguro, muy productivo».

«Estas tres décadas al frente de esta institución me han permitido aportar puntos de vista originales porque he tenido la libertad, que tanto agradezco, de poder introducir visiones distintas sobre arte y fotografía», destaca Jiménez Burillo.

Una de sus mayores satisfacciones, confesó, ha sido el haber incorporado a Madrid al circuito de la fotografía internacional, y que la Fundación fuera pionera a la hora de programar exposiciones de pintores de finales del siglo XIX, «pues hace 30 años Romero de Torres o incluso Sorolla estaban fuera del circuito. No fue un cambio de gusto, fue una manera de ver las cosas alejándose de prejuicios establecidos», comenta antes de recordar que en estas tres décadas su departamento ha pasado de tener un presupuesto de un millón de euros a los más de 11 actuales.

Anthony Hernández

En cuanto a la próxima temporada, la exposición que la abre es la primera retrospectiva en España del fotógrafo estadounidense Anthony Hernández, cuya obra añade a su belleza formal su preocupación por los problemas sociales contemporáneos. Hijo de inmigrantes mexicanos, Hernández, nacido y criado en Los Ángeles, desarrolló un estilo propio de fotografía de calle en sintonía con el encanto desolado y los grandes espacios de su ciudad natal. A lo largo de su carrera combinó la fotografía en blanco y negro y en color.

A pesar de que Hernández dirigió su mirada hacia otras ciudades estadounidenses y europeas, Los Ángeles, con sus áreas habitadas por la clase trabajadora y personas sin hogar, constituye su tema más recurrente. La muestra, que incluirá 160 obras, muchas de ellas nunca expuestas hasta ahora, será comisariada por Erin O’ Toole y podrá verse del 29 de enero al 12 de mayo de 2019.

De Chagall a Malèvich

La siguiente muestra será la colectiva De Chagall a Malèvich: el arte en revolución, que a través de 90 piezas mostrará como los trabajos de estos dos míticos artistas rusos conversan con otros creadores contemporáneos como Ródchenko, Popova, Jean Pougny, Goncharova o El Lisitski. Esta propuesta expositiva, que tendrá lugar en la Sala Recoletos de la Fundación MAPFRE en Madrid entre el 7 de febrero y el 5 de mayo de 2019, está producida en colaboración con Grimaldi Forum Mónaco y será comisariada por Jean-Louis Prat.

Por otra parte, la Sala Garriga Nogués de la Fundación en Barcelona acogerá, del 19 de febrero al 19 de mayo, Berenice Abbott: Retratos de la modernidad, dedicada a «una de las creadoras que de forma más temprana y eficaz ha retratado Nueva York».

Comisariada por Estrella de Diego, esta exposición incluirá 185 obras y posteriormente se presentará en la Sala Recoletos de Madrid, entre el 3 de junio y el 25 de agosto, y en el Huis Marseille Museum, de Ámsterdam, del 7 de septiembre al 1 de diciembre.

También la Sala Garriga Nogúes albergará, entre el 4 de junio y el 15 de septiembre de 2019, la retrospectiva Richard Learoyd, que incluirá 52 fotografías del creador estadounidense procedentes de importantes colecciones públicas y privadas, así como del archivo del propio fotógrafo.

Orgullo

Pablo Jiménez Burillo se marcha muy orgulloso del trabajo realizado. Entre esos logros destaca la creación de un Espacio Miró en Madrid. Además está a punto de fraguar un proyecto conjunto entre el Museo Reina Sofía y el Espacio Miró de Fundación MAPFRE por el que ambas instituciones pondrán a la venta una entrada común para poner en valor la obra del artista en Madrid.

«La voluntad de Miró no fue nunca ser un artista catalanista, sino internacional», recuerda. En el futuro se pondrá en valor el extraordinario mural de Miró de la fachada del Palacio de Congresos y Exposiciones del Paseo de la Castellana, que el artista donó a la ciudad y que será resturado. Además habrá una reunión anual de los Espacios Miró repartidos por España para realizar proyectos comunes.

En cuanto a la relación de la Fundación con otras instituciones y museos, Jiménez Burillo concluye que «hay sitio para todos. La relación con los museos nacionales e internacionales es muy buena, nuestro trabajo es complementario. Es lo que merece y precisa Madrid, que es hoy una de las grandes capitales artísticas y culturales de Europa».