“En mis conciertos hablo de las piezas que interpreto, cuento por qué las he elegido, qué importancia tienen para mí y en qué contexto se compusieron”. Así explica Rhodes cómo son sus recitales en el prólogo de su libro autobiográfico, Instrumental. Memorias de música, medicina y locura, con el que ha obtenido un enorme e inesperado éxito en todo el mundo. Solo en España va ya por su sexta edición, habiendo vendido más de 50.000 ejemplares.

El pianista londinense es un enamorado de la música clásica. Carismático, visceral y muy talentoso, asegura que Bach (y especialmente Las variaciones Goldberg) le han salvado la vida. Y no exagera. A sus 40 años se ha convertido en uno de los principales divulgadores de la música clásica en el mundo, gracias a sus giras y conciertos en todo tipo de festivales y salas, y varios documentales sobre su figura filmados con la complicidad de cadenas de televisión británicas.

James Rhodes ofrece un enfoque diferente al abordar la música clásica sobre el escenario, interactuando con el público, compartiendo emociones y opiniones sobre la música y sobre los grandes compositores que interpreta. Además de tocar y contextualizar las obras que interpreta, el pianista británico practica el stand up: cuenta sobre el escenario, entre piezas de Bach, Chopin, Rachmaninov, Schubert o Beethoven, la historia de su vida y cómo la música le ha ayudado a superar los numerosos obstáculos que se ha ido encontrando por el camino.

Programa

  • Chaconne en re menor BWV 1004, de J.S. Bach / F. Busoni.
  • Fantasia en La bemol mayor Op. 61, de F. Chopin Polonesa.
  • Scherzo no. 2 Op 31, de F. Chopin.

 

Presencia en España

  • 3 de julio – Teatro Olimpia de Huesca.
  • 27 de agosto – Veranos de la Villa de Madrid – Fundación Francisco Giner de los Ríos.
  • 10 de noviembre – 48 Voll-Damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona – Sala BARTS.
  • Firma de su libro: 29 de junio. FNAC Callao (Madrid). A partir de las 19.00 h.

 

Unas palabras del autor con motivo de la 6 edición de sus memorias

Desde que Blackie publicó Instrumental en noviembre de 2015, me he visto completamente abrumado por el nivel de bondad, compasión y empatía que he recibido; no solo a través de la gran cantidad de correos electrónicos, tuits y publicaciones de Facebook e Instagram, sino también en la prensa española y, lo que es más importante, por parte de las personas a las que he conocido cara a cara en los conciertos, en la calle, en vuestros extraordinarios restaurantes, hoteles y playas.

Tanto en San Sebastián, Gijón, Madrid, Barcelona como en cualquier otro sitio, me ha dejado boquiabierto lo generosos que habéis sido todos, y siento una enorme y profunda gratitud. Esta gratitud no solo la siento por lo bien que se ha vendido mi librito (en gran medida gracias a Blackie Books y a Ismael, mi brillante traductor), no solo porque es un libro que habla, entre otras cosas, de música clásica (que podría considerarse el herpes del sector editorial), sino fundamentalmente porque parece que ha ayudado a fomentar un debate en torno a cuestiones sobre las que creo que tenemos que hablar con mayor frecuencia.

Las violaciones a niños, la enfermedad mental y el suicidio son temas tremendos, difíciles y aterradores que cuesta sacar a la luz, que resultan complicados de discutir, y, sin embargo, eso es precisamente lo que hace falta. Nunca ha habido un momento más crucial para hablar abiertamente de estas cuestiones, y si Instrumental ha ayudado en cierta medida a promover el debate, no podría sentirme más honrado ni más agradecido.

Me he convertido en un grandísimo fan vuestro, y quizá deberíais lamentar vivir en un sitio tan precioso, porque pienso visitaros con toda la frecuencia y regularidad que pueda…

Gracias por vuestro enorme afecto.

Con todo mi cariño

James Rhodes