Una técnica que, sin haber gozado de una gran preeminencia en la historiografía tradicional y contraviniendo su carácter anacrónico y antitecnológico, sirvió en esa época como una potente herramienta política para un amplio número de movimientos artísticos internacionales. Como indican los comisarios Benjamin H.D. Buchloh y Michelle Harewood, una de las claves fue que «la imagen gráfica se convirtió en un lenguaje universal» en diferentes contextos.

La muestra aborda la obra de dos de las grandes figuras del grabado, José Guadalupe Posada y Käthe Kollwitz, así como el trabajo desarrollado en este campo por artistas del expresionismo alemán y del Taller de Gráfica Popular mexicano o el proyecto Isotype (International System of Typographic Picture Education), emprendido por los austriacos Otto Neurath, Marie Reidemeister-Neurath y el alemán Gerd Arntz.

En conjunto se reúnen más de 450 obras realizadas con distintas técnicas (xilografía, punta seca, linóleo, litografía, entre otras), muchas de ellas procedentes de colecciones privadas e instituciones como el Metropolitan Museum of Art y el MoMA, de Nueva York; The Art Institute de Chicago; la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, en Washington; el Centre Pompidou, de París; o el Kunstmuseum de La Haya.

Hoja de sala: De Posada a Isotype, de Kollwitz a Catlett: diálogos de arte gráfico político. Alemania – México 1900-1968

Posada, Kollwitz y mucho más

La muestra ocupa nueve salas divididas en cuatro grandes secciones. Se inicia con las dos grandes figuras del grabado de finales del siglo XIX y principios del XX, que se convirtieron en referentes ineludibles en el desarrollo posterior del arte gráfico: el mexicano Posada y la alemana Kollwitz.

La segunda sección está dedicada al expresionismo alemán y, concretamente, a la producción gráfica de autores como Max Beckmann, Otto Dix y George Grosz después de la Primera Guerra Mundial, en la que el grabado se constituyó como un lenguaje propio de la nación alemana moderna, diferente del cubismo francés y el futurismo italiano.

La tercera, la más amplia de todas, aborda la labor del Taller de Gráfica Popular (TGP) de México, un colectivo fundado en 1937 en el que participaron un crisol de artistas de varios países (México, Alemania, España, EE.UU., etc.), entre ellos el mexicano Leopoldo Méndez, el suizo Hannes Meyer o la estadounidense Elizabeth Catlett. A través de su ingente producción de folletos, carteles, panfletos y grabados, este grupo contribuyó al fortalecimiento de formaciones políticas progresistas que respaldaban importante causas sociales y políticas.

La última parte se ocupa del proyecto Isotype (International System of Typographic Picture Education) de los austriacos Otto Neurath y Marie Reidemeister-Neurath y el alemán Gerd Arntz, una iniciativa que adquirió un gran reconocimiento internacional como medio de diseño gráfico para formular un lenguaje de signos funcional a nivel global.