La exposición, comisariada por Manuel Parada López de Corselas y Enrique Schiaffino, se articula en torno a distintas secciones que revisan las facetas de su obra plástica y literaria. El De aetatibus mundi imagines es la pieza central y una de las más importantes de la BNE, que ofrece esta ocasión única para disfrutar del original expuesto al público. Es un cuaderno de dibujo literario y pictórico. El autor del manuscrito y pintor de las imágenes fue el mismo Francisco de Holanda, quien lo empezó el año 1545. Se alberga en la Biblioteca con el número de catálogo: DIB/14/26. Tiene en total 89 páginas y en la portada, en letras capitales doradas, está la inscripción Gloria tibi / in ómnibus. En abril de 2016, el libro fue seleccionado como una de las quince obras artísticas más importantes de España por el proyecto Europeana.

Se presta atención, asimismo, a la formación del artista con su padre -Antonio de Holanda, célebre cartógrafo y miniaturista-, su fortuna historiográfica, su problemática teórica, pasión anticuaria y ambición mística.

Las pinturas y palabras de Holanda, en las que hace un magno relato de la historia del ser humano, acompañan al público durante toda la exposición, invitando a un recorrido iniciático de raíz medieval y ensoñación manierista por su propuesta artística e intelectual, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, hacia el fin último de la humanidad.

Es una figura singular, única en su época, innovadora y vanguardista. Receptáculo de influencias muy variadas, se inscribe por derecho propio en el discurso humanístico y de espiritualidad que atraviesa, como un relato del pensamiento, toda la historia de Occidente. Se convierte así en un referente de conocimiento erudito, un nodo en la revolución hispánica del Renacimiento, un intelectual y creador al servicio de la corte portuguesa y del rey Felipe II, tras la integración de Portugal en la Monarquía Hispánica en 1580.

Además de su labor teórica sobre la cosmovisión cristiana, es uno de los autores más destacados y de proyección internacional de los estudios anticuarios del siglo XVI, así como de la naciente crítica de arte. Refleja su pensamiento en sus escritos, como Da Pintura Antiga (1548), origen del mito historiográfico sobre “las águilas del Renacimiento español”. A él se debe también uno de los álbumes de dibujos más completos sobre la Roma antigua, Os desenhos das antigualhas (1540), resultado de su estancia en Italia y en el que por primera vez se identifica la Domus Aurea de Nerón.