Comisariada por José Teruel y Ana Cabello, esta muestra se concibe como un viaje cuyo destino es su vida, obra y legado. El recorrido tiene seis paradas que permiten comprender el mundo interior y la proyección de una escritora singular, la dimensión alcanzada por su obra dentro y fuera de nuestras fronteras, sus redes personales y profesionales, su modernidad y la vigencia de su producción literaria: desde las llamadas «chicas raras» de las escritoras de posguerra hasta la literatura del presente, que encuentra en Laforet un ejemplo de autenticidad literaria capaz de ser universal.

La muestra, impulsada por el Instituto Cervantes con el apoyo de Acción Cultural Española y la colaboración de la Biblioteca Nacional de España, recorre la trayectoria de Laforet través de más de dos centenares de obras originales y reproducciones: un paseo a través de sus libros (traducidos a numerosos idiomas), manuscritos, documentos, artículos, fotografías, pinturas, cartas, audiovisuales, objetos personales, etc.

Porque la obra literaria de Laforet «no se agota en su primer título: después de Nada hay mucho, y ese mucho hay que descubrirlo», destaca José Teruel. Su producción fue «sostenida en el tiempo y tiene una gran coherencia», ratifica Ana Cabello, que también destaca el «modelo e impulso motor» que supuso para otras escritoras.

En efecto, más allá de Nada, esta muestra redescubre y permite valorar en su conjunto el resto de su producción literaria. En ella destacan sus otras cuatro novelas: La isla y los demonios (1952), La mujer nueva (1955, Premio Nacional de Literatura de 1956), La insolación (1963) y Al volver la esquina (1975). De ésta, su última novela, se exponen las galeradas con anotaciones a mano de la autora y tres folios escritos a máquina.

La exposición también pasa revista al resto de su obra narrativa: libros de cuentos, novelas cortas, crónicas de viajes, epistolarios y sus numerosos artículos, que tuvieron muy buena acogida entre los lectores.

Joya manuscrita

Carmen Laforet. © Herederos Carmen Laforet.

Carmen Laforet. © Herederos Carmen Laforet.

Carmen Laforet obtuvo un temprano reconocimiento literario con Nada, que fue galardonada con el Premio Nadal en 1945 (también ganó con ella el Premio Fastenrath en 1948). Esta obra tuvo el don de predecir el futuro de la novela de posguerra, pero también de servir de guía a los lectores de su tiempo. También a los de ahora. Porque si hay una peculiaridad que distinga Nada de la narrativa de la década de 1940 es su actualidad. Laforet supo mostrar con maestría inusual el vacío que impulsaba las urgentes necesidades de los protagonistas de una ciudad europea que quería ser moderna. De ahí que la joya de la exposición la formen las siete primeras páginas de su manuscrito. Esas siete cuartillas con su letra a mano y sus tachaduras se exhiben al público por primera vez, al igual que el comienzo del mecanoscrito que Laforet presentó al Nadal. También destacan los dos informes de la censura franquista que valoraban si autorizaban su publicación, y una grabación que permite oír la voz de la autora leyendo el primer capítulo del libro, procedente de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

https://youtu.be/jZNaCKuG88I