Lombana, que fuera asistente del escultor Henry Moore entre 1978 y 1980, es considerado uno de los escultores más importantes de Colombia junto a Fernando Botero y Edgar Negret. Autor de numerosas obras de relevancia, presentes en importantes colecciones privadas y museos del mundo, entre ellas destacan la India Catalina, Los Pegasos, el Monumento a los Zapatos Viejos de Cartagena o la estatua de Cervantes (Miguel de Cervantes Saavedra) de esta misma ciudad.

Una vida dedicada al arte

Héctor Lombana nació en Riofrío en 1930 y pronto dio muestras de su interés por las bellas artes. El talento y el éxito no tardarían en llegar. Con tan sólo cuatro años realizó una de sus primeras obras, una talla titulada La cabeza de Simón Bolívar, pero fue a los 16 cuando empezó a conocer el éxito con un Primer Premio en el IX Salón de Arte Nacional.

Es entonces cuando comienza a pensar en ampliar sus estudios para mejorar su técnica y, con 18 años, logra una beca para viajar a España y estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde aprende la teoría y práctica de la escultura y pintura europeas. Además, durante los diez años que permaneció en Europa, recorrió el continente quedando impresionado por sus ciudades históricas, los museos más importantes y la gran variedad de monumentos públicos.

Tras su vuelta a Cartagena, firmó dos de sus obras más conocidas: Los Zapatos Viejos y la India Catalina. Su obra ha recorrido medio mundo y se aloja en los museos e instituciones más prestigiosas y, por supuesto, en países como Venezuela, a donde se trasladó en 1970 y donde realizó Folclor Llanero o el mural Ícaro en el aeropuerto Simón Bolivar de Caracas; Puerto Rico, donde es convocado en 1975, o Estados Unidos, donde vivió desde 1980 hasta su vuelta a Colombia en 1990.