Esta obra, más que zanjar la cuestión sobre tan controvertido asunto, resulta una exploración y también una invitación a la elucidación de lo que sea el arte contemporáneo en nuestros días desde el punto de vista de la actual producción artística, de la posición y actitud del propio espectador o como período de la historia que sucede al arte moderno. Para Francisco Calvo Serraller, director de la Cátedra Jorge Oteiza, la vertiente que genera mayor inquietud e interés en el presente es aquella que plantea el arte contemporáneo como una » reinvención» del arte.

¿Qué es arte contemporáneo hoy? recoge las ponencias del II Simposio Internacional del mismo título que tuvo lugar primero en el Museo de Navarra en 2010 y, después, en CaixaForum Madrid en ese mismo año. Aquel encuentro fue dirigido por el profesor Alberro, quien convocó para la ocasión a los ya citados especialistas internacionales.

Conjunto de modalidades

Hoy la práctica artística es un complejo conjunto de modalidades, en medio del cual coexisten la supervivencia de un arte tradicional; un arte “moderno”, que recoge las innovaciones vanguardistas de naturaleza formal del siglo XX, y un arte “contemporáneo”, que no sólo se refiere al arte actual, sino al que se plantea una “reinvención” del arte.

En este sentido, la cuestión misma que se interroga sobre la identidad y el sentido de esta práctica artística innovadora, pero también cómo su desenvolvimiento revolucionario nos obliga a replantear nuestro análisis crítico, son temas cruciales que hay que abordar con valentía y rigor, como hicieron los participantes en aquel simposio internacional:

Terry Smith. Profesor de la Universidad de Pittsburg y responsable de la Cátedra Andrew Mellon de Historia y Teoría del Arte en esa misma institución, sostiene la tesis de que el arte contemporáneo hoy no se puede entender si no es como el fruto de «una pauta intermedia entre la determinación universal y la pluralidad aleatoria». Esta pluralidad da como resultado que «lo local esté conectado con lo regional y con las fuerzas globales a través de la contemporaneidad de corrientes distintas pero contingentes». Desde su punto de vista, «contemporaneidad» y «planetariedad» son las palabras que habría que reservar a la hora de determinar lo que es el arte contemporáneo hoy.

Juliane Rebentisch. Profesora de Filosofía en la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Fráncfort del Meno, sostiene que la unidad del campo del arte se ha disuelto, lo que impediría definir el arte en términos de una función cultural única o como fruto de un desarrollo histórico homogéneo. Así viviríamos en una cultura del espectáculo «más allá de todo desarrollo histórico y del discurso normativo», donde el estatuto de los objetos estéticos depende del comentario, de la interpretación o de la crítica. Ante este estado de cosas, Rebentisch concluye que «los criterios para juzgar el arte sólo pueden adquirir su fuerza vinculante a través del debate público».

– Andrea Giunta. Profesora de Arte Latinoamericano en la Universidad de Texas, en Austin, propone que los usuarios –público, artistas, comisarios– utilicen los archivos y los museos como memoria y objeto de inspiración. Un uso responsable de las fuentes de la historia evitaría la tendencia a la interpasividad que promueve un sistema que utiliza la información y su codificación para el control y no para el conocimiento.

– Pamela Lee. Catedrática de Arte e Historia del Arte de la Universidad de Stanford (California), apela en su aproximación a la definición de arte contemporáneo hoy a los conceptos de «interactivo» y «relacional».

– Alexander Alberro, por último, coordinador del libro, profesor Virginia Bloedel Wright de Historia del Arte en el Barnard College de Nueva York, cree que en los últimos 20 años las nuevas formas artísticas se han despojado de su deuda con el pasado, y aquello que se considera arte contemporáneo hoy continúa siendo un ámbito «abierto e inestable, sujeto al campo de batalla de las narraciones y las historias».

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