La consulta de muchos de los pasajes recogidos en la guía nos impele a revisar con urgencia pinturas en internet. Así, por ejemplo, te detienes en la historia de David y Goliat, en cómo el pastorcillo se las apañó para derribar al forzudo con un palo, cinco piedras y una honda, para luego rematarlo con una espada. El episodio se ilustra con el tremendo cuadro de Caravaggio que muestra a David con la cabeza de Goliat. El libro entonces te recuerda que el genio milanés ya había dedicado una pintura a este enfrentamiento desigual que cuelga de las paredes del Prado; o que cincuenta años antes Tiziano había pintado a David vencedor de Goliat. Y debes verlos o volver a verlos  todos. O sin salir de Caravaggio, no cabe pasar por su violenta versión del Sacrificio de Isaac, con un Abrahán dispuesto a cortar el cuello de su hijo implorante para demostrar su fe, y no ver de nuevo la de Reembrandt.

La obra separa las historias que proceden de los libros del Antiguo Testamento (la creación del mundo, el pecado original, el arca de Noé, Moisés salvado de las aguas, su paso por el Mar y su recepción de las tablas de la ley, las hazañas de Sansón o el juicio de Salomón) de las del Nuevo Testamento (la anunciación, la adoración de los reyes magos, las bodas de Caná, la resurrección de Lázaro, la última cena, el calvario, la crucifixión o el juicio final), mostrando de todas ellas una pintura destacada y otras variantes y ejemplos iconográficos. Dedica un capítulo a las figuras principales y añade un glosario para facilitar la lectura de un libro que incluye además curiosidades que no se olvidan, como esa relativa a la cantidad de manzanas que se han pintado en manos de Adán o de Eva, cuando en realidad en la Biblia no se especifica cuál es el fruto prohibido que causará a la pareja la expulsión del paraíso terrenal.

Guía para identificar las escenas y los personajes de la Biblia

Lorenzo de la Plaza Escudero

Antonio Olmedo Molino

Adoración Morales Gómez

José María Martínez Murillo

Editorial Cátedra

424 páginas

15 euros