Lobezno al estilo Van Gogh

Lobezno al estilo Van Gogh.

La estrecha relación entre cómic y pintura se ha estudiado, hasta ahora, desde dos puntos de vista: como un modo de apropiación de iconos por parte de la pintura, como ocurrió en el Pop Art; y como un estudio pormenorizado desde los orígenes para encontrar los antecedentes del cómic. Pero, en La pintura en el cómic se abre una tercera vía complementaria a las dos anteriores: la del cómic como disciplina que se ha acercado a la pintura.

A través de un recorrido por más de 500 ilustraciones, este volumen investiga cómo los dibujantes han realizado este proceso: en ocasiones, en el cómic se reproduce la obra pictórica de una manera fiel; en otras se imita la composición de las figuras de un determinado cuadro, sustituyéndolas por los protagonistas del tebeo; pero también pueden existir citas estilísticas en las que el dibujo tenga una relación débil con la pintura en cuestión, pero en él se imita a la perfección la técnica pictórica y el uso de la luz y del color.

En auge

A lo largo de las páginas, Mensuro y Gasca presentan diferentes ejemplos ordenados en capítulos que se corresponden con un movimiento artístico, desde la prehistoria hasta la pintura más actual. En ellos aparecen personajes como Astérix y Obélix convertidos en los protagonistas de cuadros de artistas franceses como La libertad guiando al pueblo, de Delacroix, o La blasa de la medusa, de Géricault; y el universo de Mike Mignola y su Hellboy se enriquecen con las Pinturas negras y Los disparates de Goya.

Las obras de autores como Velázquez, Frida Khalo, Dalí o Leonardo da Vinci se repiten en los dibujos de ilustradores como Edmon Baudoin, Mike Mignola o Doug Moench, aunque también existen casos menos conocidos, como el del ilustrador italiano Milo Manara. Estas referencias existen desde que el cómic comenzara su andadura, pero en la actualidad hay una mayor presencia de la pintura en el cómic ya que se ha producido una serie de mejoras técnicas como la impresión digital y la aparición de un nuevo formato: la novela gráfica.

El cómic también está viviendo un auge en los museos, por ejemplo, el Louvre ha realizado una colección de cómics junto la editorial Futurópolis, que se caracteriza porque la historia sucede en el museo y tiene que ver con alguno de los cuadros que expone. Otros ejemplos son la biografía dibujada de Dalí que el Pompidou encargó al historietista Edmon Baudoin, con motivo de una gran retrospectiva dedicada al artista, o la de Rembrandt de Typex hecha para el Rijksmuseum.

 


La pintura en el comic

 

La pintura en el cómic
Luis Gasca y Asier Mensuro
Cátedra
348 páginas
28 euros