En la mayor parte de la historia humana, los mares y los océanos han supuesto la principal forma de intercambio y comunicación de larga distancia entre pueblos, tanto para el comercio como para la expansión de ideas. Un mar sin límites traza la historia de la interacción humana a través de las principales masas de agua y analiza nuestra relación con los océanos remontándose a la época de los primeros viajeros.

“Como elemento capaz de establecer vínculos entre las distintas sociedades humanas –explica el autor–, el papel del mar ejerce una fascinación muy particular. Los vínculos que en él se tejen, capaces de salvar vastos espacios abiertos, han contribuido a unir pueblos, religiones y civilizaciones de formas sumamente estimulantes. Unas veces el lazo se ha establecido por medio de encuentros entre personas, ya que los viajeros se han visto muy a menudo en el papel de visitantes en regiones ajenas a sus costumbres; otras la ligazón se ha producido como consecuencia de emigraciones de masas capaces de modificar el carácter de una zona del planeta; ha habido asimismo ocasiones en que la unión se ha derivado –tanto como del movimiento de la gente– del desplazamiento de las cosas, puesto que los habitantes de tierras lejanas han tenido oportunidad de ver, admirar, importar o copiar las obras artísticas de otras culturas o de acceder a su literatura, cuando no han quedado atónitos ante algún raro o valioso artículo que les ha indicado la existencia de otras formas de expresión”.

La narración de lo acontecido arranca con la primera comunidad marítima, los polinesios del Pacífico, que poseían intuitivas habilidades de navegación mucho antes de la invención del compás y que en el siglo I ya comerciaban entre sus lejanas islas. En el siglo VII, las rutas comerciales se extendían desde las costas de Arabia y África hasta el sur de China y de Japón, conectando así el océano Índico y el Pacífico occidental y la mitad del planeta a través del comercio internacional de especias.

Tras el rastro…

En el Atlántico, siglos antes de que el pequeño reino de Portugal erigiera su poderoso imperio marítimo, muchos pueblos buscaron nuevas tierras al otro lado del océano: los bretones, los frisios y, especialmente, los vikingos, los primeros europeos en llegar a Norteamérica. Cuando la supremacía portuguesa quebró a finales del siglo XVI, los españoles, los neerlandeses y más tarde los británicos fueron quieres manejaron las olas con éxito. 

Tras el rastro de mercaderes, exploradores, piratas, cartógrafos y viajeros en su búsqueda de especias, oro, marfil, esclavos, tierras para asentarse o nuevos horizontes, Abulafia ha creado una extraordinaria narración sobre el ser humano y los océanos.

Desde las primeras incursiones de pueblos con canoas talladas a mano en aguas inexploradas hasta las rutas que ahora siguen diariamente miles de cargueros de contenedores y superpetroleros, Un mar sin límites muestra cómo las redes marítimas han llegado a formar un continuo de interacción en todo el planeta hasta el punto de que el 90% del comercio global se realice a través de sus aguas.

Con el apoyo de buen número de ilustraciones, la documentadísima y monumental historia humana de los océanos que navega ante los ojos del lector le sumerge, nunca mejor dicho, en un fascinante viaje.

¡Embárquense! El trayecto resulta inolvidable.


De origen sefardita, David Abulafia es profesor emérito de Historia del Mediterráneo en la Universidad de Cambridge, y fellow del Gonville and Caius College de Cambridge y de la British Academy. Entre sus obras figuran Frederick II: A Medieval Emperor (1988), The Western Mediterranean Kingdoms (1997), El descubrimiento de la humanidad (Crítica, 2009) y El gran mar. Una historia humana del Mediterráneo (Crítica, 2013). Es miembro de la Academia Europea. Por Un mar sin límites recibió el Wolfson History Prize 2020.

Un mar sin límites

Una historia humana de los océanos

David Abulafia

Traducción: Tomas Fernández Aúz

Editorial Crítica

1.392 páginas

38,90 euros / e-book: 12,99 euros