En un acto celebrado en la Real Fábrica de Tapices, el autor británico ha conversado con la prensa sobre esta nueva entrega que nos sumerge en el campo de batalla entre el amor y el odio, el progreso y la tradición, en un momento de profundos cambios sociales y políticos en Europa. «En mis historias me gusta que el drama surja de la historia misma. Estamos en medio de la Revolución Industrial, cuando las vidas de muchas personas se vieron trastocadas por la llegada de las máquinas. La Revolución trajo conflictos enormes, como la subida de precios, revueltas sindicales… Al mismo tiempo, las élites europeas estaban aterrorizada por la Revolución Francesa, y esto duró 23 años».

En cuanto al título, el autor aclara que «La armadura de la luz es una frase sacada de la Biblia, haciendo alusión a la protección que nos otorga la sabiduría. Algunos personajes de la novela empezaron a formarse por sí mismos, crearon clubes de lectura, sociedades de discusión para aprender sobre la actualidad… La luz es la sabiduría».

Motivación

También en esta novela está muy presente la lucha por la libertad, muy presente en su obra: «La libertad es muy inusual. En la Edad Media había tiranías aquí y allí, y en los siglos posteriores los que tienen el poder no quieren compartirlo. Sólo en la historia reciente empiezan a ganar los más débiles. Estoy fascinado por cómo la gente ha luchado por la libertad…y ganado. Gran parte de mis historias tratan fundamentalmente de eso. En concreto, el tema que subyace en La armadura de la luz es la libertad de expresión».

«Leo mucha historia. Cada uno de mis libros parte de ideas que me gustan. Me centro en la historia, me pregunto si hay suficiente drama… conflicto emocional. Con mis años de experiencia detecto rápidamente si de un período concreto puedo sacar una novela o no», así reconoce el autor cómo encuentra la motivación para escribir. Y añade, «la historia es lo que te hace seguir leyendo, pero esa historia sólo se hace interesante si conecta con la emoción del lector. Lo primero es la narrativa y después los personajes. Me fascina cómo se hacen las cosas, me encantan las historias de amor, y no es que me guste la guerra pero donde no hay conflicto no hay historia».

En este sentido, su nueva novela, ambiciosa, absorbente, meticulosamente documentada y escrita con la habitual destreza narrativa de Follett, ofrece a través sus personajes una nueva perspectiva de los cambios sísmicos que sacudieron el mundo en la Europa del siglo XIX.

Protagonistas

Ken Follett reconoce a la hilandera Sal como su personaje favorito, quien «descubre desde el principio que la rueca se ha quedado obsoleta. La nueva máquina puede hilar 160 hebras a la vez. Esto para ella es un problema. Su vida empeora antes de mejorar. Se convierte en agitadora y esto supone un conflicto, ya que en esa época los movimientos sindicales estaban prohibidos». A través de su figura, el escritor vuelve a situar a una mujer fuerte y con carácter en el centro de la trama.

Pero todos los personajes luchan por el control de sus destinos en este nuevo orden mundial. Algunos se hacen ricos, otros van a la huelga, aprenden a leer, aman a quien no deben o marchan a la guerra. En este entramado de lazos personales y contexto histórico, Kingsbridge se convertirá en el símbolo de la lucha de toda una generación que desea progresar y pelea por un futuro sin opresión.

Como respuesta a si éste será el último libro de la saga, Follet afirma: «Creo que éste será el último, pero no sé si dentro de cinco años se me ocurrirá escribir otro. Pero ahora pienso que ya es suficiente».

El autor también ha manifestado su interés por la historia de España: «Algo he escrito sobre la Guerra Civil en el Invierno del mundo, y en este libro también hablo sobre la batalla de Vitoria», ciudad a la que se siente muy cercano. El escritor recuerda con cariño cuando participó en la recaudación de fondos para la restauración de la catedral y muestra su agradecimiento por la estatua que le han dedicado en el casco histórico de la capital alavesa.

La saga más leída

Los pilares de la Tierra (1989). Épico relato de la construcción de una catedral medieval en la ciudad de Kingsbridge. En ese escenario se entrecruzan las vidas de distintos personajes en un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas.

Un mundo sin fin (2007). Con un éxito similar a la anterior, esta novela también se desarrolla en Kingsbridge, pero siglos más tarde. La catedral y el priorato vuelven a ocupar el centro de una encrucijada de amor y odio con el devastador telón de fondo de la peste negra.

Una columna de fuego (2017). Follett regresa a Kingsbridge con una historia de espías y agentes secretos ambientada durante el reinado de Isabel I de Inglaterra.

Las tinieblas y el alba (2020). La exitosa precuela de la serie transcurre en torno al año 1000, cuando Kingsbridge era un asentamiento anglosajón bajo la amenaza de los invasores vikingos; es el ocaso de una época violenta y brutal y el comienzo de un nuevo tiempo.