Esta obra se conocía parcialmente –en una edición corregida– porque fue publicada por entregas en 1866 en un periódico de Pontevedra, El Progreso, y en 1989, por Juan Paredes Núñez. Consta de diez capítulos y epílogo y sólo se habían editado hasta la fecha los dos primeros y parte del tercero, del cuarto y del quinto, mientras que el resto de la novela permanecía inédito.

Ahora se presenta la primera versión, la que recibió Lázaro, el editor y amigo que no publicó la obra, tal vez por expreso deseo de la autora, pero que conservó el manuscrito como un recuerdo personal y un testimonio del talento precoz de Pardo Bazán. En la transcripción realizada se ha respetado el texto original del manuscrito de la Biblioteca Lázaro Galdiano y únicamente se han actualizado la acentuación y la ortografía.

Con esta novela se inaugura la colección Textos inéditos y olvidados, en la que irán apareciendo obras de creación, ensayos o estudios de carácter histórico que aún no han visto la luz en letras de imprenta o que son casi desconocidos y que alberga la Biblioteca de la FLG.

Recuperación

Emilia Pardo Bazán conservó el manuscrito original de Aficiones peligrosas hasta 1898 y el 12 de junio de aquel año se lo entregó –resignada y «por santa obediencia»– a su amigo José Lázaro Galdiano que siempre mostró predilección por los autógrafos de personajes ilustres del pasado o contemporáneos y que debió de pedírselo con insistencia.

Algunas obras de la escritora gallega habían llegado anteriormente a manos de Lázaro, entre ellas el libro titulado Jaime, que incluye una dedicatoria elocuente: «A José Lázaro Galdiano. Este ejemplar va encuadernado con un guante mío y con la intención le acompaña la mano que vistió el guante y escribió los versos. Emilia». Cabe la sospecha de que aquel mismo día de 1898 pudo entregarle –además de Aficiones peligrosas– otros manuscritos con obras poéticas que se conservan en la Fundación, algunos ya conocidos y estudiados (Álbum de Emilia Pardo Bazán y el Libro de apuntes) y otros de los que no se había dado noticia.

Tras la revisión de los fondos que tuvo lugar con ocasión de otro proyecto editorial: la colección Archivo epistolar de la España Moderna, se organizó la documentación existente en la Fundación relacionada con Pardo Bazán. Se transcribieron y publicaron las cartas y, después de examinar el resto de los papeles, se configuró en 2003 el Archivo Pardo Bazán con una cifra de documentos próxima al centenar.

Nuevos estudios

Entre la documentación encontrada se hallaban también manuscritos de creación literaria –en buena parte, fragmentos muy dispersos, como es el caso de Aficiones peligrosas– que, después de una reconstrucción laboriosa, pasaron a formar parte de la Biblioteca en 2004.

La razón de este «desorden» se debe a que no podemos obviar que muchos libros y documentos salieron de la casa de Lázaro en 1936 y no todos fueron restituidos a su propietario a pesar de sus reclamaciones. No es fácil averiguar las peripecias de este manuscrito que se encontraba entre aquellos papeles desordenados pero, sin duda, pasó por alguna situación extraña y ajena a la voluntad de su dueño.

Este conjunto de manuscritos de Emilia Pardo Bazán es notable no sólo porque ha aumentado de forma considerable la obra poética y narrativa de esta autora sino porque permitirá nuevos estudios sobre la evolución de su obra y sobre el proceso de creación literaria. A pesar de figurar en el catálogo de la Biblioteca y de haber dado noticia de él en El álbum de los amigos: templo de trofeos y repertorio de vanidad, un libro editado en 2010, hasta ahora no había llamado la atención de estudiosos e investigadores.