Sin embargo, gracias a la colaboración de Carmen Menéndez, compañera de Carrillo, y de sus hijos, ve la luz esta obra que cómo se remarcó en su presentación en Madrid, “está escrita con una sinceridad y honradez inusuales” y constituye un balance de la historia reciente de España y del mundo, desde la perspectiva de uno de sus testigos y protagonistas.

A mano

Así lo significaron Miguel Herrero de Miñón, Julián Ariza y Raúl Morodo en un acto en el que Jorge Carrillo, hijo del autor, contó que el político sufría en sus últimos años problemas (glaucoma, cataratas, desprendimientos de retina y degeneración macular) que le habían abocado prácticamente a la ceguera, “sin embargo, él disimulaba, peleaba porque no se le notara, utilizaba el ordenador de pantalla más grande y un programa de lectura para ciegos y se obsesionó con seguir escribiendo, siempre a mano, y así lo hizo completando este libro”.

Por su parte, un emocionado Miguel Herrero de Miñón apuntó: “Si yo no hubiera conocido a Carrillo también estaría aquí, rindiéndole homenaje y mostrando mi admiración. Fue un gran amigo, de esos que no se repiten”.

En parecidos términos se expresaron Morodo y Ariza que destacaron el carácter irónico, socarrón, directo y “en ocasiones mordaz”, de una personalidad que tuvo hasta el final de su vida “finísima capacidad de reflexión y de análisis”. 

Repaso a la historia

Por las páginas de Mi testamento político desfilan Alfonso XIII y el fracaso de la Monarquía constitucional; la esperanza, frustrada de modernización de España que supuso la Segunda República; la amenaza fascista en Europa en los años treinta y la Revolución del Seis de Octubre; la Guerra Civil, con especial referencia a la defensa de Madrid, la Quinta Columna y Paracuellos del Jarama; el largo exilio impuesto por la dictadura franquista; el papel de la URSS y la solidaridad internacional con la causa antifascista; la Transición democrática, con toda su grandeza y todas sus servidumbres, y la Crisis -con mayúscula- que hoy nos atenaza.

La obra se completa con una serie de juicios sobre diversos personajes, tanto españoles como extranjeros, entre los que se cuentan Franco, Dolores Ibárruri, Ho-Chi-Min, Felipe González, Fidel Castro o el rey don Juan Carlos.

En el capítulo final del libro, El futuro ha comenzado, el autor se refiere a la crisis y señala: “Termino de escribir este libro en medio de una de las situaciones políticas más confusas que he conocido en mi ya larga vida… la crisis ha marcado la hora del comienzo de una regresión política alarmante. Parecida a la que conoció Europa hace casi un siglo”.

Y en una confesión final apostillaba: “Soy el que he sido. Incluso cuando cambié algunas veces, porque el mundo cambiaba, lo hice para seguir siendo el mismo. El orgullo personal que pueda contener esta actitud no creo que haga daño a nadie porque no encierra ningún ánimo de trascendencia. Yo sé que soy uno más entre millones de individuos, y que cuando desparezca físicamente estaré definitivamente acabado”.

Mi testamento político

Santiago Carrillo

(Edición al cuidado de Rafael Borrás)

Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores

365 páginas