La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la creatividad. Al cuestionar la forma en la que usamos el lenguaje y nuestro modo de percibir la realidad, también innova. Y al comunicar hechos, opiniones, sentimientos… de un modo diferente y sutil hace partícipe al lector invitándole a indagar y descubrir la esencia del mensaje.

También somos poesía porque, como escribió Juan Ramón Jiménez: “El escribir de un poeta, como su vivir, es un poema”. Desde esas evidencias, ahí van diez ejemplos que nos hablan de la poesía dentro de la poesía.

¿QUÉ ES POESÍA? Gustavo Adolfo Bécquer

¿Qué es poesía? Dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?

Poesía… eres tú.


EL OFICIO DE POETA.  José Agustín Goytisolo

Contemplar las palabras 

sobre el papel escritas, 

medirlas, sopesar 

su cuerpo en el conjunto 

del poema, y después, 

igual que un artesano, 

separarse a mirar 

cómo la luz emerge 

de la sutil textura.

Así es el viejo oficio 

del poeta, que comienza 

en la idea, en el soplo 

sobre el polvo infinito 

de la memoria, sobre 

la experiencia vivida, 

la historia, los deseos, 

las pasiones del hombre.

La materia del canto 

nos lo ha ofrecido el pueblo 

con su voz. Devolvamos 

las palabras reunidas 

a su auténtico dueño.


LA POESÍA. Pablo Neruda

Y fue a esa edad… Llegó la poesía

a buscarme. No sé, no sé de dónde

salió, de invierno o río.

No sé cómo ni cuándo,

no, no eran voces, no eran

palabras, ni silencio,

pero desde una calle me llamaba,

desde las ramas de la noche,

de pronto entre los otros,

entre fuegos violentos

o regresando solo,

allí estaba sin rostro

y me tocaba.

Yo no sabía qué decir, mi boca

no sabía

nombrar,

mis ojos eran ciegos,

y algo golpeaba en mi alma,

fiebre o alas perdidas,

y me fui haciendo solo,

descifrando

aquella quemadura,

y escribí la primera línea vaga,

vaga, sin cuerpo, pura

tontería,

pura sabiduría

del que no sabe nada,

y vi de pronto

el cielo

desgranado

y abierto,

planetas,

plantaciones palpitantes,

la sombra perforada,

acribillada

por flechas, fuego y flores,

la noche arrolladora, el universo.

Y yo, mínimo ser,

ebrio del gran vacío

constelado,

a semejanza, a imagen

del misterio,

me sentí parte pura

del abismo,

rodé con las estrellas,

mi corazón se desató en el viento.


LECTOR.  Javier López Iglesias

Para que no me sienta tan solo

te convoco

al aire de estas pocas

palabras inexactas.

Las ofrezco con miedo,

torpemente imprecisas,

buscándote en la duda

de saber encontrarte.

Yo escribo titubeante:

tú me lees.

Nace una conexión

que nos arrulla

y, acaso sin saberlo,

apacigua solitarios,

                             ancestrales temores.

A ese lado de las letras, tú,

yo a éste,

compartiendo las vidas

mientras dura el poema.

Tu soledad; mi soledad: secreta compañía.


LLEGUEMOS A UN ACUERDO. Rafael Cadenas

Lleguemos a un acuerdo, poema.
Ya no te forzaré a decir lo que no quieres
ni tú te resistirás tanto a lo que deseo.
Hemos forcejeado mucho.

¿Para qué este empeño en hacerte a mi imagen
cuando sabes cosas que no sospecho?
Líbrate ya de mí.
Huye sin mirar atrás.
Sálvate antes de que sea tarde.
Pues siempre me rebasas,
sabes decir lo que te impulsa
y yo no,
porque eres más que tú mismo
y yo sólo soy el que trata de reconocerse en ti.


Tengo la extensión de mi deseo
y tú no tienes ninguno,
sólo avanzas hacia donde te diriges
sin mirar la mano que mueves
y te cree suyo cuando te siente brotar de ella
como una sustancia
que se erige.


Imponle tu curso al que escribe, él
sólo sabe ocultarse,
cubrir la novedad,
empobrecerse.
Lo que muestra es una reiteración
cansada.
Poema,
apártate de mí.


AUTOPSICOGRAFÍA. Fernando Pessoa

El poeta es un fingidor.

Finge tan completamente

que hasta finge que es dolor

el dolor que en verdad siente.

Y, en el dolor que han leído,

a leer sus lectores vienen,

no los dos que él ha tenido,

sino sólo el que no tienen.

Y así en la vida se mete,

distrayendo a la razón,

y gira, el tren de juguete

que se llama corazón.


ARTE POÉTICA. Vicente Huidobro

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea
Y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Más no por eso tenemos fuerza;
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.

¡Por qué cantáis la rosa, oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios.


SALE CARO SER POETA. Gloria Fuertes

Sale caro, señores, ser poeta.

La gente va y se acuesta tan tranquila

-que después del trabajo da buen sueño-.

Trabajo como esclavo llego a casa,

me siento ante la mesa sin cocina,

me pongo a meditar lo que sucede.

La duda me acribilla todo espanta;

comienzo a ser comida por las sombras

las horas se me pasan sin bostezo

el dormir se me asusta se me huye

-escribiendo me da la madrugada-.

Y luego los amigos me organizan recitales,

a los que acudo y leo como tonta,

y la gente no sabe de esto nada.

Que me dejo la linfa en lo que escribo,

me caigo de la rama de la rima

asalto las trincheras de la angustia

me nombran su héroe los fantasmas,

me cuesta respirar cuando termino.

Sale caro señores ser poeta.


A MEDIA VOZ. Blanca Varela

La lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
está el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada

sola casi
en la muerte
casi en el fuego.


LETANÍA A MODO DE POÉTICA. Eduardo Moga

Poesía para desnudar la palabra.
Poesía para que se encienda la piel.
Poesía para conjurar el miedo.
Poesía para interpretar el caos.
Poesía para razonar los sueños.
Poesía para hacer exacta la alucinación.
Poesía para ver lo invisible.
Poesía inútil.
Poesía para la belleza.
Poesía contra la estupidez.
Poesía frente a la intemperie.
Poesía para llegar al día siguiente.
Poesía para tener tema de conversación.
Poesía para respirar.
Poesía para sustituir al grito.
Poesía para follarnos al lector.
Poesía para que el poema nos folle.
Poesía porque es lo único que sé hacer.
Poesía para que la oscuridad sea luz y la luz, oscuridad.
Poesía para vivir más.
Poesía para decir te quiero”.
Poesía para eyacular.
Poesía sin poéticas.
Poesía para la revolución.
Poesía para la nada.
Poesía para todas las palabras.
Poesía en silencio.
Poesía para que no nos engañen.
Poesía porque no se vende.
Poesía para el poema.
Poesía para ser libre.
Poesía para los amigos (y los enemigos).
Poesía de lo inverosímil y de lo cotidiano.
Poesía para crear otra realidad.
Poesía porque de algo hay que morir.
Poesía para no pensar en la muerte.
Poesía porque es divertido.
Poesía para llevar la contraria.
Poesía para tener razón.
Poesía porque no me da la gana escribir prosa.
Poesía porque no sé escribir prosa.
Poesía para rezar.
Poesía para que nos quieran más.
Poesía para preservar el espíritu.
Poesía por facilidad de palabra.
Poesía porque suena bien.
Poesía para que la palabra diga lo que dice.
Poesía para que la palabra diga lo que no dice.
Poesía para comprenderme.
Poesía para convivir con la contradicción.
Poesía para vencer al pudor.
Poesía para olvidar el tiempo.
Poesía para sentirnos diferentes.
Poesía para que nos pregunten: ¿Qué ha querido Ud. decir con…?”
Poesía porque no rima.
Poesía para recordar.
Poesía por imitación.
Poesía para tener algo que hacer los fines de semana.
Poesía como prótesis.
Poesía como consuelo.
Poesía para entretener la espera.
Poesía para seguir escribiendo poesía para…”
Poesía por vanidad.
Poesía poro.
Poesía para que se nos ocurran versos al acostarnos (y no los recordemos al despertarnos).
Poesía para que nos deseen las mujeres (o los hombres).
Poesía para que nuestro padre nos apruebe.
Poesía para que nuestro padre nos repruebe.
Poesía para cagarnos en alguien.
Poesía, siempre, para la emoción.
Poesía porque poesía.