Algunas categorías tradicionales y casi olvidadas en los últimos años, como la platería y la joyería, parecen estar disfrutando del mayor crecimiento, ya que los compradores se aprovechan de la ventaja que supone la bajada de los tipos de interés en los préstamos y de que los precios de estas piezas habían caído en los últimos cinco años. Por el contrario, el que sí parece tener problemas reales es el mercado de arte contemporáneo, donde el 34 por ciento de los vendedores admite haber sufrido importantes caídas en los precios.

Como ya se ha visto en otros países, los compradores parecen estar siendo "más cuidadosos" con lo que compran de lo que eran en años anteriores. En opinión de Roger Williams, director del Departamento de Obras de Arte de la casa de subastas Brightwells, “los compradores son cada vez más particulares y todos quieren las mismas piezas".

Descárguese el estudio completo en el web del Royal Institution of Chartered Surveyors.