Durante el acto de entrega del premio, que se ha celebrado en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, la ministra ha afirmado que Villaronga «ya no es un director de culto. Lo quieren y lo escuchan cientos de miles de personas porque posee un motor político tan profundamente entrelazado con su motor estético que no se distinguen. Se ha convertido en un director que habla de cosas que nos importan a todos. En definitiva, ha pasado de ser un director de culto a un director de todos».

Cine político

«Se acusa con demasiada frecuencia al cine de ser político. A los profesionales del cine de ‘meterse’ en política. De hacer películas, como Pa negre, que hablan del pasado, de la memoria, de tiempos oscuros. Sin embargo, yo creo que el cine, el cine excelente, el cine como el de Agustí Villaronga no puede ser otra cosa que político. Políticos son nuestros miedos y nuestros deseos. Política es la ambición de hacer mella en la realidad. Villaronga es político. Sus películas siempre han estado cargadas de advertencias», señaló González-Sinde.

En su intervención, la ministra también se ha referido a la industria cinematográfica española, un sector que emplea a más de 30.000 personas. Entre 1995 y 2010 se ha pasado de producir 60 películas a 186. «El volumen de recaudación no baja de los 600 millones al año, eso es industria», señaló. También ha subrayado que la cuota de mercado español en el primer semestre de 2011 es de casi el 18% y que el Ministerio de Cultura ha invertido en los últimos siete años más de 700 millones de euros en el cine español.

Para finzalizar su discurso, la ministra ha felicitado a Villaronga «por hacer política con la belleza, por indagar en nuestros temores y sus razones, por tu contribución infatigable y excelente a esa hermosa e imprescindible tarea que es hacer cine».

Sobre el premiado

Agustí Villaronga (Mallorca, 1953) es licenciado en Geografía e Historia. Al poco de iniciar su carrera se embarcó en la compañía de Nuria Espert representando un papel en Yerma, de Lorca. Posteriormente actuó en varias películas hasta que el productor Pepón Corominas le propuso llevar el vestuario de La plaza del diamante. Desde entonces, enlaza rodaje tras rodaje, conociendo a los técnicos, el oficio y los secretos del cine. Ha ejercido de profesor de imagen, de director artístico, decorador, estilista y realizador de vídeos de moda, como paso previo a sus primeros cortos: Anta mujer, Laberint y Al Mayurka.

En 1987 rodó su ópera prima, Tras el cristal, seleccionada para el Festival de Berlín. En 1989 realizó El niño de la luna, galardonada con un Premio Goya al mejor guión original y nominada al mejor director. En 1992, Al Andalus. En 1995 llevó al cine la novela de Georges Simenon El pasajero clandestino. En 1997 rodó 99.9, que estuvo presente en festivales como el de Montreal, Toronto, Roma, Sitges, La Habana y el Fantafestival, donde ganó sendos premios, además del Premio Mélies de plata a la «mejor película fantástica europea».

Su siguiente trabajo, El mar, supuso su regreso como autor de una película «íntegramente suya». La película fue presentada en el Festival de Berlín y nominada al Oso de Oro, y ganó el Premio Manfred Salzgeber a la innovación. En 2001 recibió el Premio Nacional de Cine de Cataluña. En 2002 dirigió, junto a Isaac P. Racine y Lydia Zimmermann, Aro Tolbukhin. En la mente del asesino, un falso documental que fue galardonado con el Premio Ariel como mejor guión original.

En 2010 estrenó Pa negre. Presentada en el Festival de Cine de San Sebastián (donde Nora Navas consiguió la Concha de Plata a la mejor actriz), logró nueve Premios Goya (entre ellos el de Mejor dirección) de un total de 14 nominaciones.