Es el Borchardt, un restaurante "con techos altos, grandes columnas y un ambiente agradable en su terraza interior", según la descripción de la Guía Michelin, que no hace una sola mención a la carta ni a sus especialidades y sólo distingue al local con un simple tenedor, pero explica que "lo más importante son los comensales y las mesas que ocupan".

El comentario de Gault Millau, otra guía gastronómica de prestigio, es que en este local “hay muy pocas mesas de gourmets y que nadie se interesa por la calidad de la comida”, pero que sin embargo puntúa su cocina con 13 puntos sobre su máximo de 20.

Probablemente, el Borchardt sea el restaurante más famoso de Alemania, un local que desde su inauguración, hace ya 18 años, tiene la virtud de atraer como un imán a la mayoría de los famosos que viven en Berlín o visitan la ciudad, sin necesidad de tener que ofrecer una cocina exquisita, ni tampoco un ambiente de lujo. Un restaurante donde efectivamente a nadie parece interesarle la comida, porque la realidad es que la clientela importa mucho más que la gastronomía.

De Obama a DiCaprio

Será por eso que por sus mesas han pasado desde presidentes de gobierno –allí se ha visto comiendo a Nicolas Sarkozy, Gerhard Schröder, Angela Merkel, Hillary Clinton o Barack Obama, entre otros muchos– hasta estrellas de Hollywood como Jack Nicholson, Cate Blanchett o Leonardo DiCaprio. Un espectáculo diario que comienza a mediodía con sus 180 plazas ocupadas por políticos, hombres de negocios, periodistas y profesionales variados y llega hasta las cenas, momento en el que se reúnen generalmente famosos del espectáculo, escritores, intelectuales y ejecutivos multinacionales.

A pesar de todo, este establecimiento en el que curiosamente los protagonistas son los propios clientes tiene, como indicaba la Gault Millau, una cocina más que aceptable. El plato estrella, del que se sirven alrededor de 250 raciones diarias, es el llamado Wiener Schnitzel,  un escalope de ternera empanado al precio de 21 euros.

Pero estando en Berlín no podía faltar la oferta de una salchicha al estilo alsaciano, como la Elsässer Blutwurst, que por 12 euros se sirve acompañada de puré de patatas y chucrut.

Y como propuesta más llamativa y en línea con las últimas tendencias gastronómicas, el Borchardt ofrece el famoso Solomillo de Kobe, una pieza de 200 gramos de la que se considera la carne más exquisita del mundo –buey japonés criado con todo tipo de mimos, incluyendo cerveza en su dieta y masajes para que la grasa se disuelva entre la musculatura– que sirven al precio de 86 euros.

Borchardt
47 Französische Str. 10117 Berlín.
Tel. 030/818.862.62