Las obras estarán expuestas en dos espacios: por un lado, el de la Galería (Orfila, 10) y, por otro, y de manera excepcional, en un garaje (Castelló, 19) de casi 500 metros cuadrados y hasta ocho metros de altura donde se exhibirán las piezas de mayor tamaño.

Incertidumbre

Desde la exposición de sus primeras esculturas de madera a primeros de los años 90, que se presentaban de manera inestable gracias a un habilidoso sistema de contrapesos, Herminio siempre se ha servido de la incertidumbre causada al espectador ante su obra.

Estos últimos años, el descubrimiento de los campos magnéticos, ha permitido al artista dar otra vuelta de tuerca y jugar, ya de manera descarada, con la impresión que a cualquiera causa la presencia de rotundos elementos ante uno literalmente flotando o en postura inverosímil, puesto que los campos se disponen perfectamente calculados en la obra para que la amenaza de los cuerpos en el espacio no vaya a más.

En la rigurosa línea de ejecución abierta con las esculturas expuestas en el Museo de Bellas Artes de Asturias entre octubre y diciembre de 2008, el artista se sirve básicamente del negro y el rojo, aunque la impresionante L97 de 3 metros de largo cuelgue en el espacio del garaje en metal bruñido. La laca, aplicada sobre aluminio o dm según el caso, da apariencia a las obras de tótem mágico que se eleva y flota ante la mirada incrédula del visitante.

Madrid. Herminio. Ingravidez. Galería Cayón. Espacio Temporal Goya.