Los motivos que han llevado a la organización a tomar esta decisión han sido explicados en innumerables ocasiones por el propio Mesquita, quien defiende esta “bienal vacía” como una manera de reflejar la crisis de creatividad por la que muchos consideran pasa el mundo de las artes plásticas.

"En el primer catálogo de la primera Bienal el director escribió que su propósito era hacer de la ciudad un gran centro cosmopolita de arte y poner a los artistas brasileños en vivo contacto con el arte del mundo. A partir de esa idea me di cuenta de que este objetivo ya había sido cumplido. São Paulo tenía entonces dos museos, hoy tiene seis, además de cuatro centros culturales y treinta galerías de arte. La bienal tenía una misión, y ésta se ha logrado. ¿Cuál es el papel, entonces, de la bienal para el siglo XXI?".

La primera edición del siglo XXI

Parece ser, por tanto, que esta será la primera edición del siglo XXI de una bienal que se ha configurado como una de las más importantes del mundo y uno de los acontecimientos más esperados del arte iberoamericano desde que diera sus primeros pasos en 1951.

Este año, los tradicionales pabellones de Ibirapuera, proyectados por Oscar Niemeyer, reúnen, hasta el 6 de diciembre, las propuestas de 42 autores pertenecientes a 22 países de todo el mundo que mostrarán al público numerosas perfomances y piezas alternativas pero, sin embargo, ninguna pintura, escultura ni obra de arte tradicional.

De esta forma se busca crear un espacio vacío que fomente la reflexión sobre la evolución de las diferentes ediciones de esta bienal brasileña, desde sus orígenes hasta hoy, para abrir así un paréntesis en su historia. Mesquita ha querido dejar totalmente despejada una de las tres plantas del mítico edificio para rendir homenaje al “vacío” de la calidad y crítica existentes en las más de 200 bienales celebradas en todo el mundo.

La organización ha asegurado que este proyecto no pretende ser un desafío ni una muestra de rebeldía, sino una llamada a la reflexión del público y artistas para evaluar el mundo de las artes. Para Mesquita, la decisión no tiene nada que ver con la crisis económica actual y aclaró que la idea fue analizada desde la conclusión de la anterior muestra.

Bajo el lema En contacto directo, lo audiovisual se configura como lo más destacado de esta nueva Bienal de São Paulo que, además, reúne menos artistas que los 130 expositores del año 2004 y el centenar de la pasada edición. 

Los participantes, autores o artistas

En la reducida lista de autores, la representación española correrá a cargo de Cristina Lucas, que cuenta con obras en colecciones de referencia como la del MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León), FNAF (Fondo Nacional de Arte de Francia), ARTIUM  (Museo de Arte Moderno de Vitoria), IVAM (Instituto Valenciano de Arte Moderno), Colección ALTADIS, Obra Social Caja Madrid o Fundación Marcelino Botín; Javier Peñafiel, uno de los artistas aragoneses con más proyección internacional, e Israel Galván, Premio Nacional de Danza en 2005.

Respecto a los países iberoamericanos, mayoritarios en la bienal, Chile aportará una exhibición de archivos de la campaña del "No" realizada para el plebiscito de 1988, entrevistas a artistas y performances de Enrique Lihn, Carlos Leppe, Juan Downey, Carlos Navarrete y el grupo Cada. Colombia dejará su representación a cargo de Gabriel Sierra, Argentina a Nicolás Robbio, Perú a Fernando Bryce y México a Erick Beltrán, además de un nutrido número de exponentes brasileños.

 

XXVIII Bienal de Sao Paulo, Brasil. En contacto directo. Pabellones de Ibirapuera.
Del 25 de octubre al 6 de diciembre de 2008.
Director: Ivo Mesquita.